La Iglesia debe seguir adelante con la evangelización en el mundo y promover la nueva evangelización en los diversos contextos culturales y sociales.
La nueva evangelización es un llamado a renovar la fe y a transmitirla a las nuevas generaciones, y se debe llevar a cabo de manera que se adapte a las necesidades y a los desafíos de cada región.
En este sentido, la Iglesia debe ser consciente de los contextos culturales y sociales de cada lugar, para poder evangelizar de manera efectiva y alcanzar a todas las personas, sin importar su origen o condición.
La evangelización es fundamental para la misión de la Iglesia, y se debe llevar a cabo con amor, compasión y respeto hacia todas las personas, siguiendo el ejemplo de Jesucristo, quien vino a salvar a todos los hombres, como se nos recuerda en Mt 28, 18-20.