Son numerosos los medios de que disponemos para vivir la castidad: la gracia de Dios, la ayuda de los sacramentos, la oraci贸n, el conocimiento de uno mismo, la pr谩ctica de una ascesis adaptada a las diversas situaciones y el ejercicio de las virtudes morales, en particular de la virtud de la templanza, que busca que la raz贸n sea la gu铆a de las pasiones.