SADM,O

San Alberto de Montecorvino, obispo

5 de abril

El padre de san Alberto se estableci贸 con su hijito en Montecorvino de Apulia, cuando el pueblo empezaba a transformarse en ciudad. Sobre la vida del santo nos queda cierto material legendario. La gran estima que la poblaci贸n profesaba a Alberto le mereci贸 ser elegido obispo de Montecorvino. Poco despu茅s, el santo perdi贸 la vista; pero el cielo le concedi贸 una gran penetraci贸n interior y el don de profec铆a. La fama de san Alberto creci贸 mucho a ra铆z de dos milagros. En un ardiente d铆a de verano, el santo pidi贸 a uno de sus criados que fuese a traerle agua de la fuente. 芦Hijo m铆o -le dijo el obispo despu茅s de beber un sorbo-, yo te ped铆 agua y me has tra铆do vino禄. El criado declar贸 que le hab铆a llevado agua de la fuente y fue de nuevo a llenar el vaso; pero el agua se convirti贸 otra vez en vino. Poco despu茅s, un habitante de Montecorvino, que hab铆a sido hecho prisionero, invoc贸 el nombre del obispo; al punto un 谩ngel le sac贸 de su prisi贸n en los Abruzos y le traslad贸 a los alrededores de Montecorvino. El hombre fue a ver a san Alberto al d铆a siguiente, y 茅ste le dijo: 芦No me lo agradezcas a m铆, sino a Dios, hijo m铆o; es 脡l quien, con su gran poder, consuela a los afligidos y liberta a los cautivos禄.

Cuando el santo era ya muy anciano, se le dio como ayudante a un sacerdote llamado Crescencio. Era 茅ste un hombre poco escrupuloso, que deseaba que san Alberto muriese cuanto antes para sucederle en el cargo. En vez de ayudar al obispo, Crescencio y sus amigos le dificultaban la tarea y se burlaban de 茅l cruelmente. El siervo de Dios lo soport贸 todo con gran paciencia, pero predijo a Crescencio que no disfrutar铆a mucho tiempo de la sede que codiciaba. El pueblo de Montecorvino am贸 a su obispo hasta el fin. Cuando corri贸 la noticia de que hab铆a entrado en agon铆a, los hombres, las mujeres y los ni帽os se reunieron llorando a las puertas de su casa. El santo les dio la bendici贸n y los exhort贸 a vivir piadosa y rectam茅nte. Despu茅s se qued贸 dormido y muri贸 apaciblemente en 1127.

La 煤nica biograf铆a antigua de San Alberto fue escrita trescientos o cuatrocientos a帽os despu茅s de su muerte, por uno de sus sucesores en la sede de Montecorvino y Vulturaria. Se trata de Alejandro Gerardino, autor muy fecundo, como lo ha demostrado Ughelli. Seg煤n parece, Gerardino se limit贸 simplemente a readaptar la biograf铆a escrita por Ricardo, uno de los sucesores inmediatos de san Alberto. La obra se encuentra en Acta Sanctorum, abril, vol. I y en Ughelli, Italia sacra, vol. VIII (1662), cc. 469-474.