La vida de san Jorge nos es conocida tan s贸lo por dispersas tradiciones locales. Se desarrolla a mediados del siglo IX. Se cuenta que era un joven de noble familia, que se sinti贸 atraido por la vida solitaria, y se retir贸 al eremitorio de Conques, que si bien no era un monasterio regular aun, reun铆a ya cristianos que buscaban una vida de renuncia y penitencia. Poco m谩s de un siglo m谩s tarde se fund贸 all铆 el monasterio de Sainte-Foi de Conques, que fue unos de los pr贸speros e importantes cenobios de la cristiandad, pero en 茅poca de san Jorge era todav铆a m谩s bien una comuna de ermita帽os. Realiz贸 all铆 grandes progresos en la virtud y en el saber, hasta que en el 862 las invasiones normandas desmantelaron el lugar, y los monjes se dispersaron.
San Jorge se refugi贸 en Toulouse, bajo la protecci贸n del Conde Raimundo I, quien era tambi茅n Conde de Rodez, y funda la abad铆a de Vabres, bajo la regla benedictina y la direcci贸n del abbad Adalgise, donde ingresa nuestro santo. Por esos a帽os, antes del 884, encontramos a Jorge como obispo de Lodeve, con carta de nombramiento de Carlos el Calvo. Los historiadores identifican estos dos Jorge, haciendo del monje un obispo, aunque el dato no es del todo seguro, y como puede verse en el elogio del santo, el Martirologio Romano no menciona. Seg煤n Guerin, las reliquias de san Jorge, que estaban en la iglesia de Saint-Fulcran (Saint-Geni猫s en aquel momento), fueron profanadas por los hugonotes; debe tenerse presente, de todos modos, que Guerin parte de la base de que el obispo y el monje son la misma persona.
Ver Guerin, Petits Bollandistes, II, p谩g. 595-96, aunque no se entiende el innecesario anacronismo de situar a san Jorge en el monasterio de Sainte-Foi, fundado ciento y algo de a帽os despu茅s. Duchesne, Fastes Episcopaux I, 313, contiene loq ue sabemos sobre el Jorge obispo.