Materno fue el primer obispo de Colonia de quien se tienen noticias ciertas: se le menciona en relaci贸n con el controvertido asunto de los donatistas. Los obispos cism谩ticos del 脕frica presentaron una petici贸n al emperador Constantino en contra del obispo cat贸lico Cecilio, para solicitar que su caso fuese juzgado por los obispos de las Galias, que no ten铆an ning煤n inter茅s particular en el asunto. El emperador mand贸 llamar a tres obispos galos para que asistieran al proceso que se iba a realizar en Roma. Los tres prelados eran: Reticio de Autun, Marino de Arles y Materno de Colonia. Terminado el juicio, en el a帽o de 313, Cecilio fue absuelto y reivindicado por unanimidad. Los donatistas pidieron la celebraci贸n de un nuevo proceso y el emperador orden贸 que se convocara a un Concilio para tratar la cuesti贸n. Esta asamblea tuvo lugar el a帽o siguiente, en Arles y, otra vez, san Materno fue uno de los obispos participantes.
Es posible que en alg煤n per铆odo de su existencia haya sido obispo de Tr茅veris, donde se supone que muri贸. Pero, tanto las leyendas de Colonia como las de Tr茅veris, aceptadas en sus libros lit煤rgicos y a las que se refiere el Martirologio Romano, nos ofrecen un aspecto muy diferente sobre la figura de san Materno. Como es natural, muchas de las sedes m谩s antiguas hicieron el intento de establecer su origen en tiempos de los Ap贸stoles o en el de los disc铆pulos de los Ap贸stoles. Entre las que trataron de vincularse con san Pedro, est谩n la de Colonia y la de Tr茅veris (la sede de Colonia tuvo a dos obispos con el nombre de Materno, uno en el siglo primero y el otro en el cuarto). La historia ap贸crifa afirma que Materno era el hijo de la viuda de Na铆m resucitado por Jesucristo, y que el propio san Pedro lo envi贸, junto con san Eucario y san Valerio, a evangelizar las Galias. Cuando los misioneros llegaron a Ehl, en Alsacia, muri贸 Materno y sus compa帽eros se trasladaron a Roma para informar a san Pedro. Este les hizo entrega de su b谩culo, con instrucciones. para que lo pusieran sobre el cuerpo del muerto. Se ejecutaron las 贸rdenes del Ap贸stol, y Materno resucit贸 por segunda vez y pudo predicar el Evangelio a 芦los pueblos de Tongr茅s, Colonia y Tr茅veris y otras comarcas vecinas禄. Casi exactamente la misma historia se cuenta sobre otros misioneros apost贸licos de las Galias y, por supuesto, todas ellas son indignas de cr茅dito. Adem谩s, no hay ninguna raz贸n para suponer que este san Materno sea otro que el obispo de Colonia que particip贸 en el s铆nodo de Arles en el a帽o 314. La extravagante leyenda que resumimos arriba parece haber sido fabricada hacia fines del siglo nueve por un tal Eberardo, monje en Tr茅veris.
Acta Sanctorum de septiembre, vol. IV, resume la leyenda, la discute, y reproduce el texto 铆ntegro en enero, vol. V (29 de enero). Ver tambi茅n Hauck, en Kirchengeschichte Deutschlands, vol. I, pp. 46-47; a W. Neuss, en Die Anfinge des Christentums im Rheinlande (1923), pp. 13-20 y a Duchesne en Fastes 脡piscopaux, vol. IV, pp. 34 y 178.