SNEJ,A

San Nilo el Joven, abad

Nilo de Rossano

Algunas veces se llama Nilo el Joven a este santo abad, descendiente de una familia originaria de la ciudad de Magna, en Grecia, y nacido en la ciudad de Rossano, en Calabria, alrededor del a帽o 910. En la pila bautismal recibi贸 el nombre de Nicol谩s. Aparte de haber sido en su juventud 芦muy ferviente en la pr谩ctica de sus deberes religiosos y de todas las virtudes禄, como afirma Alban Butler, tuvo sus momentos de debilidad, de tibieza y descuido en los primeros a帽os de su vida e incluso se ha discutido si la mujer que viv铆a con 茅l y que le dio una hija, era su leg铆tima esposa. Pero lo cierto es que, cuando Nicol谩s ten铆a treinta a帽os, tanto su mujer como su hija murieron, y aquella doble p茅rdida junto con una serie de enfermedades y quebrantos, le hicieron volverse hacia Dios. Por aquel entonces, hab铆a un gran n煤mero de monasterios de los monjes del rito bizantino en el sur de Italia y, en uno de ellos recibi贸 Nicol谩s el h谩bito y el nombre de Nilo. En varias oportunidades vivi贸 en alguno de los distintos monasterios, despu茅s de haber pasado un per铆odo como ermita帽o y, por fin, fue nombrado abad en el monasterio de San Adri谩n, cerca de San Demetrio Corone.

La fama de su santidad y su sabidur铆a se extendi贸 por toda la comarca, y eran muchas las gentes que acud铆an a 茅l en busca de consejo espiritual. En cierta ocasi贸n, el arzobispo Teofilacto de Reggio, con el dom茅stico Leo y muchos sacerdotes y fieles, fue a visitarle con el prop贸sito de poner a prueba su famosa erudici贸n y habilidad. El abad conoci贸 de antemano las intenciones del arzobispo y, antes de saludar al prelado y los otros miembros de la comitiva, rez贸 con ellos algunas oraciones y dej贸 en manos de Leo un libro en el que estaban escritas ciertas teor铆as sobre el peque帽o n煤mero de los elegidos, ideas 茅stas que parecieron demasiado severas a la concurrencia. El santo abad se propuso demostrar entonces que dichas teor铆as estaban fundadas en los principios establecidos, no s贸lo por san Basilio, san Juan Cris贸stomo, san Efra铆n, san Teodoro el Estudita y otros padres, sino por los del propio san Pablo y los del Evangelio. Para terminar su discurso, agreg贸 estas palabras: 芦Las declaraciones parecen duras y a煤n terribles, pero mirad bien que s贸lo condenan las irregularidades de vuestras vidas. A menos que llegu茅is a ser enteramente santos, no escapar茅is de los eternos tormentos禄. Uno de los presentes pregunt贸 al abad si Salom贸n se hab铆a condenado o salvado, a lo que 茅l repuso: 芦驴Qu茅 necesidad tenemos de saber si se ha salvado o no? En cambio, conviene reflexionar en que Cristo pronunci贸 palabras de condenaci贸n contra todas las personas que cometen impurezas禄. Eso lo dijo porque sab铆a que la persona que le hab铆a preguntado era adicta a ese vicio. Despu茅s a帽adi贸: 芦Tal vez yo podr铆a saber si t煤 te salvar谩s o te condenar谩s. En cuanto a Salom贸n, la Biblia no hace menci贸n de su arrepentimiento, como lo hace del de Manases禄.

Eufraxio, un noble lleno de vanidad y de altivez, fue enviado desde la corte imperial de Constantinopla para gobernar la Calabria. San Nilo no le ofreci贸 ning煤n presente a su llegada, como lo hicieron otros prelados y, por esa causa, el gobernador busc贸 pretextos para molestar al siervo de Dios. Sin embargo, cuando enferm贸 gravemente al poco tiempo de su arribo, envi贸 a buscar a san Nilo, le pidi贸 perd贸n, le rog贸 que orase por 茅l y le suplic贸 que le impusiese el h谩bito de monje. A esto 煤ltimo se neg贸 el abad durante largo tiempo, diciendo cada vez que el gobernador insist铆a: 芦Los votos que te fueron impuestos en el bautismo bastan para ti. La penitencia no requiere nuevos votos, sino un cambio sincero de coraz贸n y de vida禄. Pero Eufraxio no estaba satisfecho y tanto insisti贸 en su petici贸n que, a la larga, el abad le concedi贸 el h谩bito. Inmediatamente, el gobernador puso en libertad a todos sus esclavos, distribuy贸 sus bienes entre los pobres y, tres a帽os m谩s tarde, muri贸 con una santa resignaci贸n.

Alrededor del a帽o 981, las incursiones de los sarracenos en el sur de Italia obligaron a huir a san Nilo quien, junto con muchos de sus monjes y otros religiosos, representantes del monaquismo oriental, se acogi贸 a la hospitalidad de la abad铆a de Monte Cassino, el centro del monaquismo occidental. Ah铆 fue recibido 芦como si san Antonio hubiese llegado de Alejandr铆a o si el propio san Benito regresase del mundo de los muertos禄 y, luego de vivir durante alg煤n tiempo en la abad铆a y de celebrar los oficios griegos en su iglesia, Aligerno, el abad benedictino, cedi贸 para los fugitivos el monasterio de Vallelucio. All铆 permanecieron los monjes de san Nilo quince a帽os, hasta que se trasladaron a una nueva casa en Serperi, cerca de Gaeta. En el a帽o 998, el emperador Ot贸n III viaj贸 a Roma con el prop贸sito de expulsar a Filagatos, el obispo de Piacenza, a quien el senador Crescencio hab铆a instalado como antipapa, en contra de Gregorio V. En aquella ocasi贸n, el abad Nilo se present贸 ante el Papa y el emperador para suplicarles que tratasen con benignidad al antipapa. Filagatos (芦Juan XVI禄) era calabr茅s como el abad, y 茅ste se hab铆a esforzado en vano por disuadir al otro del cisma y la traici贸n. Las peticiones de Nilo fueron escuchadas con respeto, pero a fin de cuentas, no lograron modificar para nada la terrible crueldad con que fue tratado el anciano antipapa. Nilo protest贸 en茅rgicamente en contra de las injurias cometidas en la persona de Filagatos y, cuando el emperador envi贸 a un alto prelado para darle explicaciones, el abad fingi贸 estar dormido a fin de no recibir al enviado y evitarse discusiones. Al poco tiempo, el propio Ot贸n visit贸 la 芦laura禄 de san Nilo y se sorprendi贸 al ver que el monasterio consist铆a en algunas m铆seras caba帽as. 芦Estos hombres -coment贸 el emperador- que viven voluntariamente en pobres chozas, son extranjeros en la tierra; en realidad, son ciudadanos del cielo禄. Nilo condujo al emperador, ante todo, a la iglesia, donde ambos oraron largo rato; despu茅s charl贸 con 茅l largamente en su celda. Ot贸n insisti贸 para que el abad aceptase algunas tierras de sus dominios y una renta que le permitiera establecer en ellas su propia abad铆a. Nilo le dio las gracias y agreg贸: 芦Si mis hijos son verdaderos monjes, nuestro divino Maestro no los abandonar谩 cuando yo me haya ido. Dejadnos donde estamos禄. A la hora de la despedida, el emperador volvi贸 a hacer otro vano intento para que aceptase alg煤n presente. San Nilo puso ambas manos sobre el pecho del emperador y dijo: 芦Lo 煤nico que os pido, se帽or, es que salv茅is vuestra alma. Sois emperador, pero habr茅is de morir y dar cuenta a Dios de vuestros actos, lo mismo que todos los hombres禄.

En el a帽o de 1004 o de 1005, Nilo emprendi贸 un viaje para visitar un monasterio al sur de Tusculum y, durante la jornada, cay贸 enfermo y debi贸 quedarse en las colinas albanas. Ah铆 tuvo una visi贸n de Nuestra Se帽ora, quien le manifest贸 su deseo de que en aquel sitio estableciese una abad铆a para sus monjes. El abad se puso inmediatamente en movimiento: obtuvo del conde Gregorio de Tusculum una parcela de tierra en las estribaciones del Monte Cavo y mand贸 llamar a los miembros de su comunidad para instalarse en aquel sitio. Pero antes de iniciarse los trabajos, muri贸 el anciano abad. La obra fue realizada por sus sucesores, especialmente por san Bartolom茅, quien muri贸 alrededor del a帽o 1050. El monasterio de Grottaferrata, del cual se considera a san Nilo como primer abad y fundador, existe desde entonces en aquel lugar, habitado por monjes italo-griegos que han mantenido la liturgia y las modalidades bizantinas, a pocos kil贸metros de distancia del mundo latino y cat贸lico.

La biograf铆a de este santo, con aut茅ntico valor hist贸rico, fue escrita en griego por uno de sus disc铆pulos, y su traducci贸n al lat铆n se halla impresa en Acta Sanctorum, sept. vol. VII. La misma biograf铆a ha sido traducida en varias ocasiones al italiano, por G. Minasi, en San Nilo di Calabria (1893) y por A. Rocchi, en Vita di San Nilo Abate (1904). Tambi茅n fue este santo autor de poemas lit煤rgicos, y sus composiciones han sido editadas por Sofronio Grassisi en un volumen titulado Poesie di San Nilo juniore (1906). Sobre la cuesti贸n del supuesto matrimonio de Nilo, v茅ase a U. Benigni en Miscellanea di storia e coltura eclesi谩stica (1905), pp. 494-496. El autor es partidario de la suposici贸n de que san Nilo no estaba casado con su mujer. Ver tambi茅n a J. Gay en L麓Italie m茅ridionale et l麓Empire Byzantin (1904), pp. 268-286.