La Sagrada Biblia

Ezequiel

  1. Ezeq 1
  2. Ezeq 2
  3. Ezeq 3
  4. Ezeq 4
  5. Ezeq 5
  6. Ezeq 6
  7. Ezeq 7
  8. Ezeq 8
  9. Ezeq 9
  10. Ezeq 10
  11. Ezeq 11
  12. Ezeq 12
  13. Ezeq 13
  14. Ezeq 14
  15. Ezeq 15
  16. Ezeq 16
  17. Ezeq 17
  18. Ezeq 18
  19. Ezeq 19
  20. Ezeq 20
  21. Ezeq 21
  22. Ezeq 22
  23. Ezeq 23
  24. Ezeq 24
  25. Ezeq 25
  26. Ezeq 26
  27. Ezeq 27
  28. Ezeq 28
  29. Ezeq 29
  30. Ezeq 30
  31. Ezeq 31
  32. Ezeq 32
  33. Ezeq 33
  34. Ezeq 34
  35. Ezeq 35
  36. Ezeq 36
  37. Ezeq 37
  38. Ezeq 38
  39. Ezeq 39
  40. Ezeq 40
  41. Ezeq 41
  42. Ezeq 42
  43. Ezeq 43
  44. Ezeq 44
  45. Ezeq 45
  46. Ezeq 46
  47. Ezeq 47
  48. Ezeq 48
  1. 1
    Y me dijo: Hijo de hombre, come lo que hallares; come este rollo, y ve y habla a la Casa de Israel.
    share
  2. 2
    Y abrí mi boca, y me hizo comer aquel rollo.
    share
  3. 3
    Y me dijo: Hijo de hombre, haz a tu vientre que coma, y llena tus entrañas de este rollo que yo te doy. Y lo comí, y fue en mi boca dulce como miel.
    share
  4. 4
    Me dijo luego: Hijo de hombre, ve y entra a la casa de Israel, y habla a ellos con mis palabras.
    share
  5. 5
    Porque no eres enviado a pueblo de habla profunda ni de lengua difícil, sino a la casa de Israel.
    share
  6. 6
    No a muchos pueblos de profunda habla ni de lengua difícil, cuyas palabras no entiendas; y si a ellos te enviara, ellos te oirían.
    share
  7. 7
    Mas los de la Casa de Israel no te querrán oír, porque no me quieren oír a mí; porque toda la Casa de Israel son fuertes de frente, y duros de corazón.
    share
  8. 8
    He aquí he hecho yo tu rostro fuerte contra los rostros de ellos, y tu frente fuerte contra su frente.
    share
  9. 9
    Como diamante, más fuerte que pedernal he hecho tu frente; no les temas, ni tengas miedo delante de ellos, porque es casa rebelde.
    share
  10. 10
    Y me dijo: Hijo de hombre, toma en tu corazón todas mis palabras que yo te hablaré, y oye con tus oídos.
    share
  11. 11
    Y ve, y entra a los cautivos, a los hijos de tu pueblo, y les hablarás y les dirás: Así dijo el Señor DIOS; no oirán, ni cesarán.
    share
  12. 12
    Y el Espíritu me levantó, y oí detrás de mí una voz de gran estruendo de la bendita gloria del SEÑOR que se iba de su lugar,
    share
  13. 13
    y el sonido de las alas de los animales que se juntaban la una con la otra, y el sonido de las ruedas delante de ellos, y sonido de gran estruendo.
    share
  14. 14
    Y el Espíritu me levantó, y me tomó; y fui en amargura, en la indignación de mi espíritu, pero la mano del SEÑOR era fuerte sobre mí.
    share
  15. 15
    Y vine a los cautivos en Tel-abib, que moraban junto al río de Quebar, y me senté donde ellos estaban sentados, y allí permanecí siete días desconsolado entre ellos.
    share
  16. 16
    Y aconteció que al cabo de los siete días vino a mí palabra del SEÑOR, diciendo:
    share
  17. 17
    Hijo de hombre, yo te he puesto por atalaya a la Casa de Israel. Oirás, pues, tú la palabra de mi boca, y los amonestarás de mi parte.
    share
  18. 18
    Cuando yo dijere al impío: De cierto morirás, y tú no le amonestares, ni le hablares, para que el impío sea amonestado de su mal camino, para que viva, el impío morirá por su maldad, mas su sangre demandaré de tu mano.
    share
  19. 19
    Y si tú amonestares al impío, y él no se convirtiere de su impiedad, y de su mal camino, él morirá por su maldad, y tú habrás librado tu alma.
    share
  20. 20
    Y cuando el justo se apartare de su justicia, e hiciere maldad, y yo pusiere tropiezo delante de él, él morirá, porque tú no le amonestaste; en su pecado morirá, ni sus justicias que hizo vendrán en memoria; mas su sangre demandaré de tu mano.
    share
  21. 21
    Y si al justo amonestares para que el justo no peque, y no pecare, de cierto vivirá, porque fue amonestado; y tú habrás librado tu alma.
    share
  22. 22
    Vino allí la mano del SEÑOR sobre mí, y me dijo: Levántate, y sal al campo, y allí hablaré contigo.
    share
  23. 23
    Y me levanté, y salí al campo; y he aquí que allí estaba la gloria del SEÑOR, como la gloria que había visto junto al río de Quebar; y caí sobre mi rostro.
    share
  24. 24
    Entonces entró espíritu en mí, y me afirmó sobre mis pies, y me habló, y me dijo: Entra, y enciérrate dentro de tu casa.
    share
  25. 25
    Y tú, oh hijo de hombre, he aquí que pondrán sobre ti cuerdas, y con ellas te ligarán, y no saldrás entre ellos.
    share
  26. 26
    Y haré que se pegue tu lengua a tu paladar, y estarás mudo, y para que no los reprendas, porque son casa rebelde.
    share
  27. 27
    Mas cuando yo te hubiere hablado, abriré tu boca, y les dirás: Así dijo el Señor DIOS: El que oye, oiga; y el que cesa, cese; porque casa rebelde son.
    share