El Matrimonio Cristiano: Una Vida Unida en Cristo
El matrimonio es uno de los siete sacramentos de la Iglesia Católica, y es en este sacramento donde el hombre y la mujer encuentran la unidad cristiana. El matrimonio cristiano no es solo una vocación, sino un camino hacia la santidad.
La Unión Sacramental
Según Tertuliano, padre de la Iglesia Católica, el matrimonio cristiano es una unión sacrosanta entre dos personas que se unen en una sola esperanza, en la misma observancia y en idéntica servidumbre. Son como hermanos y colaboradores, sin distinción entre carne y espíritu. Oran juntos, se arrodillan juntos, practican el ayuno juntos y se unen en la oración y en la acción de gracias.
La Iglesia Doméstica
La Iglesia Católica considera a la familia como la primera escuela de vida cristiana y como una Iglesia doméstica. En el seno de la familia, los padres deben ser los primeros anunciadores de la fe con su palabra y con su ejemplo, y deben fomentar la vocación personal de cada uno y, con especial cuidado, la vocación a la vida consagrada.
El Matrimonio Cristiano: Procrear y Vivir en Gracia
El matrimonio cristiano no solo es procrear, sino estar constantemente en gracia y presencia de Dios, alejando todo indicio de caída, desenfreno o pecado. Es un constante caminar en Cristo Jesús, venciendo los obstáculos y pruebas, donde el hombre y la mujer junto con sus hijos pueden llegar a la santidad plena.
Testimonio de San Clemente de Alejandría
San Clemente de Alejandría nos recuerda que el matrimonio cristiano es una unión sagrada que debe ser respetada y honrada. El esposo debe controlar sus deseos sexuales y evitar las uniones inconvenientes. El matrimonio cristiano es un vivir en oración, comunión y caridad cristiana, donde el hombre y la mujer pueden llegar a la santidad plena.
La Formación Vocacional en los Hijos
El matrimonio cristiano es la base de la formación vocacional en los hijos. Es en el seno de la familia donde se inician los hijos en la fe y en la vida cristiana. Los padres deben ser los primeros anunciadores de la fe y deben fomentar la vocación personal de cada uno de sus hijos.
Conclusión
En resumen, el matrimonio cristiano es una unión sacrosanta entre dos personas que se unen en una sola esperanza, en la misma observancia y en idéntica servidumbre. Es un camino hacia la santidad, donde el hombre y la mujer pueden llegar a la plenitud de la vida cristiana en comunión y caridad con Dios y con sus hijos.