El Evangelio de San Marcos: Un Reflejo de la Predicación de San Pedro
La tradición más antigua confirma que Marcos en Roma transmitía a la gente las enseñanzas de su padre espiritual, escribiendo allí, en los años 50-60, su Evangelio, que es por consiguiente, el de San Pedro.
La Estructura del Evangelio de San Marcos
El Evangelio de San Marcos, el más breve de los cuatro, presenta en forma sintética, muchos pasajes de los sinópticos, no obstante lo cual reviste singular interés, porque narra algunos episodios que le son exclusivos y también por muchos matices propios, que permiten comprender mejor los demás Evangelios.
El Mensaje Central del Evangelio de San Marcos
La Tradición atribuye el segundo evangelio canónico a San Marcos «discípulo e intérprete de Pedro» (cfr S. Ireneo, Adversus Haereses 3,1,1), y dice que San Marcos escribió su evangelio en Roma, a instancias de los cristianos que querían conservar por escrito la predicación de San Pedro.
El Mensaje de Jesús en el Evangelio de San Marcos
El evangelista parece dirigirse a lectores que no tienen raigambre hebraica, pues les explica las costumbres judías (7,3-4; 14,2; 15,42), y les traduce las palabras arameas cuando aparecen (3,17; 5,41; 7,11; 14,36; 15,22; 15,34). Por otra parte, la viveza de la narración o el gusto por los detalles pintorescos –el «cabezal» sobre el que Jesús dormía en la barca (4,38), la hierba «verde» en la multiplicación de los panes (6,39), etc.– sugieren que en el origen de muchos pasajes de este evangelio hay un testigo ocular de los acontecimientos.
La Estructura Teológica del Evangelio de San Marcos
En efecto, el evangelista va relatando la manifestación de Jesús con hechos y palabras que suscita que las gentes se pregunten: «¿Quién es éste?» Sólo San Pedro, en el centro del evangelio, lo confiesa: «Tú eres el Cristo» (8,29). Desde ese momento, Jesús comienza a revelar el sentido de su misión como Mesías: es el Mesías rechazado que debe morir en la cruz para después resucitar.
El Significado del Evangelio de San Marcos
En este primer versículo del evangelio –«Comienzo del Evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios»– parece que están condensados los contenidos más importantes del relato de Marcos. Jesús es el Hijo Dios: así lo proclama la voz del Padre en el Bautismo y en la Transfiguración (1,11; 9,7), y así lo confesará el centurión (15,39); pero también lo confesará el lector del evangelio al ver los milagros que Jesús realiza –Marcos es, proporcionalmente, el evangelista que dedica más espacio a los milagros del Señor– y al reconocer su resurrección y exaltación (16,19).
La Contribución de Marcos al Mensaje del Evangelio
Marcos es el único evangelista que utiliza la palabra Evangelio, titulando así su narración. El Evangelio es la buena nueva que predica Jesús (1,14-15), con sus hechos y sus palabras; por eso, la actividad misma de Cristo puede llamarse con buen tino Evangelio de Jesucristo (1,1). Jesús envía a sus discípulos a predicarlo (16,15), advirtiéndoles que dar la vida por el Evangelio es una causa tan noble como darla por el mismo Cristo (10,29).
La Legado de San Marcos
Murió San Marcos en Alejandría de Egipto, cuya iglesia gobernaba. La ciudad de Venecia, que lo tiene por patrono, venera su cuerpo en la catedral.