La Sagrada Biblia

Hechos de los Apóstoles

  1. Hech 1
  2. Hech 2
  3. Hech 3
  4. Hech 4
  5. Hech 5
  6. Hech 6
  7. Hech 7
  8. Hech 8
  9. Hech 9
  10. Hech 10
  11. Hech 11
  12. Hech 12
  13. Hech 13
  14. Hech 14
  15. Hech 15
  16. Hech 16
  17. Hech 17
  18. Hech 18
  19. Hech 19
  20. Hech 20
  21. Hech 21
  22. Hech 22
  23. Hech 23
  24. Hech 24
  25. Hech 25
  26. Hech 26
  27. Hech 27
  28. Hech 28
  1. 1
    Después llegó a Derbe, y a Listra; y he aquí, estaba allí un discípulo llamado Timoteo, hijo de una mujer judía fiel, mas de padre gentil.
    share
  2. 2
    De éste daban buen testimonio los hermanos que estaban en Listra y en Iconio.
    share
  3. 3
    Pablo quiso que éste fuese con él; y tomándole, le circuncidó por causa de los judíos que estaban en aquellos lugares; porque todos sabían que su padre era griego.
    share
  4. 4
    Y cuando pasaban por las ciudades, les daban que guardasen los decretos que habían sido determinados por los apóstoles y los ancianos que estaban en Jerusalén.
    share
  5. 5
    Así que, las Iglesias eran confirmadas en la fe, y eran aumentadas en número cada día.
    share
  6. 6
    Y pasando a Frigia y la provincia de Galacia, les fue prohibido por el Espíritu Santo hablar la Palabra en Asia.
    share
  7. 7
    Cuando llegaron a Misia, intentaron de ir a Bitinia; mas el Espíritu no les dejó.
    share
  8. 8
    Y pasando a Misia, descendieron a Troas.
    share
  9. 9
    Y fue mostrada a Pablo de noche una visión: Un varón Macedonio se puso delante, rogándole, y diciendo: Pasa a Macedonia, y ayúdanos.
    share
  10. 10
    Y como vio la visión, luego procuramos partir a Macedonia, dando por cierto que Dios nos llamaba para que les anunciásemos el Evangelio.
    share
  11. 11
    Partidos pues de Troas, vinimos camino derecho a Samotracia, y el día siguiente a Neápolis;
    share
  12. 12
    y de allí a Filipos, que es la primera ciudad de la parte de Macedonia, y una colonia; y estuvimos en aquella ciudad algunos días.
    share
  13. 13
    Y un día de los sábados salimos de la puerta junto al río, donde solía ser la oración; y sentándonos, hablamos a las mujeres que se habían juntado.
    share
  14. 14
    Entonces una mujer llamada Lidia, que vendía púrpura en la ciudad de Tiatira, temerosa de Dios, estaba oyendo; el corazón de la cual abrió el Señor para que estuviese atenta a lo que Pablo decía.
    share
  15. 15
    Y cuando fue bautizada, con su casa, nos rogó, diciendo: Si habéis juzgado que yo sea fiel al Señor, entrad en mi casa, y posad; y nos constriñó.
    share
  16. 16
    Y aconteció, que yendo nosotros a la oración, una muchacha que tenía espíritu pitónico, nos salió al encuentro, la cual daba grande ganancia a sus amos adivinando.
    share
  17. 17
    Esta, siguiendo a Pablo y a nosotros, daba voces, diciendo: Estos hombres son siervos del Dios Alto, los cuales os anuncian el camino de salud.
    share
  18. 18
    Y esto hacía por muchos días; mas desagradando esto a Pablo, se volvió y dijo al espíritu: Te mando en el Nombre de Jesús, el Cristo, que salgas de ella. Y salió en la misma hora.
    share
  19. 19
    Y viendo sus amos que había salido la esperanza de su ganancia, prendieron a Pablo y a Silas, y los trajeron al foro, ante el magistrado;
    share
  20. 20
    y presentándolos a los magistrados, dijeron: Estos hombres, siendo judíos, alborotan nuestra ciudad,
    share
  21. 21
    y predican ritos, los cuales no nos es lícito recibir ni hacer, pues somos romanos.
    share
  22. 22
    Y se agolpó el pueblo contra ellos; y los magistrados rompiéndoles sus ropas, les mandaron azotar con varas.
    share
  23. 23
    Y después que los herieron de muchos azotes, los echaron en la cárcel, mandando al carcelero que los guardase con diligencia;
    share
  24. 24
    el cual, recibido este mandamiento, los metió en la cárcel de más adentro; y les apretó los pies en el cepo.
    share
  25. 25
    Mas a medianoche, orando Pablo y Silas, cantaban himnos a Dios ; y los que estaban presos los oían.
    share
  26. 26
    Entonces fue hecho de repente un gran terremoto, de tal manera que los cimientos de la cárcel se movían; y luego todas las puertas se abrieron, y las prisiones de todos soltaron.
    share
  27. 27
    Y despertado el carcelero, como vio abiertas las puertas de la cárcel, sacando la espada se quería matar, pensando que los presos habían huido.
    share
  28. 28
    Entonces Pablo clamó a gran voz, diciendo: No te hagas ningún mal; que todos estamos aquí.
    share
  29. 29
    El entonces pidiendo luz, entró dentro, y temblando, se derribó a los pies de Pablo y de Silas;
    share
  30. 30
    y sacándolos fuera, les dice: Señores, ¿qué es necesario que yo haga para ser salvo?
    share
  31. 31
    Y ellos dijeron: Cree en el Señor Jesús, el Cristo, y serás salvo tú, y tu casa.
    share
  32. 32
    Y le hablaron la Palabra del Señor, y a todos los que estaban en su casa.
    share
  33. 33
    Y tomándolos él en aquella misma hora de la noche, les lavó las hendas; y se bautizó luego él, y todos los suyos.
    share
  34. 34
    Y llevándolos a su casa, les puso la mesa; y se gozó de que con toda su casa había creído a Dios.
    share
  35. 35
    Cuando fue de día, los magistrados enviaron los alguaciles, diciendo: Deja ir a aquellos hombres.
    share
  36. 36
    Y el carcelero hizo saber estas palabras a Pablo: Los magistrados han enviado a decir que seas suelto; así que ahora salid, e id en paz.
    share
  37. 37
    Entonces Pablo les dijo: Azotados públicamente sin ser condenados, siendo hombres romanos, nos echaron en la cárcel; y ¿ahora nos echan encubiertamente? No, de cierto, sino vengan ellos y sáquennos.
    share
  38. 38
    Y los alguaciles volvieron a decir a los magistrados estas palabras; y tuvieron miedo, oído que eran romanos.
    share
  39. 39
    Y viniendo, les rogaron; y sacándolos, les pidieron que se saliesen de la ciudad.
    share
  40. 40
    Entonces salidos de la cárcel, entraron en casa de Lidia; y habiendo visto a los hermanos, los consolaron, y se salieron.
    share