¿Qué pasa si me separo? Caminos posibles después de la separación
Hoy en día tenemos muchas voces que nos hablan con respecto al matrimonio, pero que van orientadas a un humanismo egocéntrico, narcisista, que procura el bienestar personal sobre el resto de las opciones.
Veamos la palabra de Jesús: "Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo" (Mt 22, 37-39).
Podemos interpretar algo muy interesante, amarás a tu prójimo como a ti mismo, o sea hay que amarse a uno mismo, y es lógico, ¿quién puede dar lo que no tiene? ¿Quién podría amar a alguien, su pareja o su propia familia, si no se ama a sí mismo?
Entonces, entrando al tema del Matrimonio, estaría bien pensar que pude equivocarme de pareja, o mi pareja me engañó y por tanto soy la víctima de la relación y si me quiero puedo enmendar mi error, o corregir el engaño con que fui víctima, pues Dios es amor y comprenderá. Pero veamos los escenarios posibles para tratar de entender con realidad que caminos existen, hablando desde la enseñanza de Cristo, al cristiano actual.
Escenarios posibles
- me separé porque mi pareja es un agresor, sacó las uñas una vez casados y me engañó fingiendo ser un dulce pan, más resultó todo lo contrario.
- me separé porque mi pareja me fue infiel, eso no lo puedo aceptar ni soportar, y además de que puedo ser víctima de enfermedades que podrían llevarme hasta la muerte como el VIH.
- me separé porque ya no lo amo, es alguien tierno(a) pero el amor se acabó.
- me separé porque cuando me casé fui obligado (a), pero ahora que tengo el control de mi vida decido por ser feliz.
- no somos compatibles, él quiere A y yo quiero B
- es peor, no somos compatibles sexualmente, no me satisface o no lo satisfago, que encuentre quién le haga feliz.
- peleamos por todo, es mejor vivir en paz
Si seguimos, podríamos encontrar miles de motivos y todos justificables desde el punto de vista de quien quiera justificarse y muchos de esos porque me quiero y tengo mi dignidad, y no tengo por qué soportarlo.
El matrimonio cristiano
Aquí entro a preguntar: ¿Qué es el matrimonio cristiano y qué fin persigue? ¿Para qué o por qué me caso ante Dios, en lo que llamamos matrimonio sacramental?
El matrimonio es dónde la pareja, en toda su vida matrimonial, que es el sacramento, manifiesta a la Iglesia y al mundo el amor de Dios, y que a través del matrimonio se perfecciona y muestra ese amor de Dios a la humanidad.
En otras palabras, cada pareja en su vivencia está diciéndole al mundo que así es el amor de Dios.
¿Qué es tomar la decisión de casarnos?
Lo primero en la vida es saber tomar la decisión, libre de “enamoramientos” falsos, ilusiones fantasiosas como los cuentos de Disney de que con apenas conocerse vivirán felices para siempre, de andar buscando un príncipe azul cuando no hay más que pitufos (por lo del color azul) o buscamos la modelo de Playboy que no es capaz de darnos más que sus formas.
Si al tomar la decisión de casarnos analizáramos con realidad lo que vamos a hacer, con toda seguridad habría menos situaciones de separación.
Las palabras de Jesús sobre el matrimonio
Veamos las palabras de Jesús: "Y yo os digo que cualquiera que repudia a su mujer, salvo por causa de fornicación, y se casa con otra, adultera; y el que se casa con la repudiada, adultera" (Mt 19, 9).
Aquí tenemos, dirán muchos, una solución cuando hay infidelidad se puede divorciar!!! No, así no es, noten que si hay infidelidad en el matrimonio se llama adulterio, aquí Jesús refiere a aquellos quienes viven en concubinato, muy normal en esos tiempos como ahora.
Si tu matrimonio es sacramental no hay portillo que brincar. Recuerda algo, Cristo nos ha perdonado TODO, él nos perdonó primero, hoy tenemos que perdonar a igual que Cristo TODO. Esto no es un permiso para pecar, o ser infiel, o agredir, no, perdonar no significa reconciliar.
Dios no va a consentir que si tu pareja te es infiel, tú tengas que tener sexo con tu pareja solo porque lo perdonaste, no, hay muchos riesgos de enfermedades, además que el perdón requiere cambio y muchos infieles “se arrepienten” porque fueron pillados nada más, pero a la primera, si no hubo real arrepentimiento, volverán a sus andadas.
¿Qué hacer si te separaste?
Cada pareja es particular y no se puede dar una guía para todas por igual, ¿quieres separarte? Busca consejería espiritual, da tu esfuerzo, lucha por no separarte, la gran mayoría de las personas que se separaron y luego divorciaron reconocen que no hicieron verdaderos esfuerzos y ya luego fue tarde.
La nulidad matrimonial
En la Iglesia hay tribunales eclesiales en donde se analizan los casos de separación, con el fin de determinar si alguien aparece casado, pero su realidad espiritual no es así. A esto se le llama nulidad matrimonial.
El código de derecho Canónico en su numeral 1066 establece que antes de que se celebre el sacramento del matrimonio, debe constar que nada se opone a su celebración válida y lícita.
¿Puedo comulgar si estoy divorciado?
La persona separada o divorciada PUEDE COMULGAR SIEMPRE Y CUANDO ESTÉ EN GRACIA, o sea, si no se ha juntado con otra que no es su pareja sacramental, y vive en comunión con la Iglesia.
Reconciliación con Dios
Tú tienes que revisarte, analizar cuál es tu relación con Dios, qué crees de él y empezar a iniciar un camino que te lleve a su reencuentro con Dios, buscando la reconciliación con él.
¿Qué vale más, una pareja por un tiempo o tener a Dios sacramental en la Eucaristía? ¿Tienes más necesidad de sexo que de Dios? ¿Tienes hijos y qué les estás enseñando a ellos en relación a tu fe? Define tus prioridades, NO TE JUZGO, no me corresponde, eres tú quien va a dar cuenta a Dios de tus actos y hoy te invito a que revises tu vida y busques la reconciliación con el ser que más te ama y cuida de ti hoy y siempre.
ORACIÓN PARA COMULGAR ESPIRITUALMENTE
Creo, Jesús mío, que estáis en el Santísimo Sacramento. Os amo sobre todas las cosas y deseo recibiros; pero no pudiendo hacerlo ahora sacramentalmente, venid, a los menos, espiritualmente, a mi corazón. Y como si ya os tuviese conmigo, os abrazo y me uno con Vos; no permitáis que vuelva a separarme de Vos.