La Iglesia debe seguir adelante con la evangelización en el mundo actual y fomentar la nueva evangelización en los contextos culturales y sociales de cada región.
Es importante que la Iglesia se adapte a los desafíos del mundo moderno y encuentre formas efectivas de transmitir el mensaje del Evangelio a las personas de todas las edades y procedencias.
La nueva evangelización es un llamado a renovar la fe y a encontrar nuevas formas de expresarla en un mundo cada vez más complejo y diverso.