La Iglesia debe seguir adelante con la evangelización en el mundo y promover la nueva evangelización en los diferentes contextos culturales y sociales.
La nueva evangelización se refiere a la necesidad de anunciar el Evangelio de manera fresca y relevante en un mundo que ha cambiado significativamente.
Es importante que la Iglesia se adapte a los nuevos contextos y encuentre formas innovadoras de compartir la fe con las personas de hoy. La Iglesia debe ser una comunidad viva y dinámica que se esfuerza por alcanzar a aquellos que no conocen a Jesucristo o que se han alejado de la fe.
"Id por todo el mundo y proclamad la Buena Noticia a toda la creación" (Mc 16, 15).
Para lograr esto, es fundamental que los católicos se sientan llamados a ser misioneros en su propia comunidad y en el mundo.