La Iglesia debe seguir adelante con la evangelización en el mundo malayo y fomentar la nueva evangelización en los contextos culturales y sociales de esa región.
La Iglesia se enfrenta a desafíos únicos en la región malaya, donde la diversidad cultural y religiosa es notable.
La nueva evangelización es un llamado a renovar la fe y a compartir el amor de Dios con aquellos que no conocen a Jesucristo, o que se han alejado de la Iglesia. La Iglesia debe encontrar formas creativas y efectivas de compartir el mensaje del Evangelio en este contexto, utilizando todos los medios posibles para llegar a las personas y ayudarlas a conocer y amar a Dios.
"Id por todo el mundo y predicad el Evangelio a toda criatura" (Mc 16, 15). La Iglesia también debe estar dispuesta a escuchar y a aprender de las personas de la región, para poder entender mejor sus necesidades y preocupaciones, y para poder compartir el mensaje del Evangelio de manera que resuene con ellos.