Las fuentes de la oración cristiana son: la <i>Palabra de Dios</i>, que nos transmite «la ciencia suprema de Cristo» (<i>Flp</i> 3, 8); la <i>Liturgia de la Iglesia</i>, que anuncia, actualiza y comunica el misterio de la salvación; las <i>virtudes teologales</i>; las <i>situaciones cotidianas</i>, porque en ellas podemos encontrar a Dios.