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La Eucaristía

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La Santa Misa

La Santa Misa es la renovación del sacrificio reconciliador del Señor Jesús. Jesús quiso dejar a la Iglesia un sacramento que perpetuase el sacrificio de su muerte en la cruz. Por esto, antes de comenzar su pasión, reunido con sus apóstoles en la última cena, instituyó el sacramento de la Eucaristía, convirtiendo pan y vino en su mismo cuerpo vivo, y se lo dio a comer; hizo participes de su sacerdocio a los apóstoles y les mandó que hicieran lo mismo en memoria suya.

¿Qué es la Eucaristía?

La Eucaristía es el sacramento del cuerpo y la sangre de Jesucristo bajo las especies de pan y vino. Por medio de la consagración, el sacerdote convierte realmente en su cuerpo y sangre el pan y vino ofrecido en el altar.

¿Qué es la Santa Misa?

La Santa Misa es la renovación sacramental del sacrificio de la cruz. La Santa Misa es el mismo sacrificio de la Cruz, pero sin derramamiento de sangre, pues ahora Jesucristo se encuentra en estado glorioso.

Celebración de la Santa Misa

Solamente los sacerdotes pueden celebrar la Santa Misa, pues solo ellos pueden actuar personificando a Cristo, cabeza de la Iglesia. Los fines por los que se ofrece la Santa Misa son cuatro:

  • Adorar a Dios
  • Agradecerles sus beneficios
  • Pedirle dones y gracias
  • Satisfacer por nuestros pecados.

La Santa Comunión

La Eucaristía es también banquete sagrado, en el que recibimos a Jesucristo como alimento de nuestras almas. La Comunión es recibir a Jesucristo sacramentado en la Eucaristía; de manera que, al comulgar, entra en nosotros mismos Jesucristo vivo, verdadero Dios y verdadero hombre, con su cuerpo, sangre, alma y divinidad. La Eucaristía es la fuente y cumbre de la vida de la iglesia, y también lo es de nuestra vida en Dios.

Preparación y recepción de la Comunión

La Iglesia manda comulgar al menos una vez al año, en estado de gracia; recomienda vivamente la comunión frecuente y, si es posible, siempre que se asista a la Santa Misa, para que la participación en el sacrificio de Jesús sea completa. Es muy importante recibir la Primera Comunión cuando se llega al uso de razón, con la debida preparación.

Presencia de Jesucristo en la Eucaristía

Jesucristo está en la Eucaristía verdadera, real y sustancialmente presente, todo entero, vivo y glorioso, con su cuerpo, sangre, alma y divinidad, bajo cada una de las especies y bajo cualquier parte de ellas. La Hostia consagrada no es una 'cosa', aunque lo parezca; es una Persona Divina, es Jesús vivo y verdadero.

Requisitos para comulgar

Puede comulgar el que está en gracia de Dios, guarda el ayuno eucarístico y sabe a quién va a recibir. El ayuno eucarístico consiste en abstenerse de tomar cualquier alimento o bebida, al menos desde una hora antes de la Sagrada Comunión, a excepción del agua y de las medicinas. Los enfermos y sus asistentes pueden comulgar aunque hayan tomado algo en la hora inmediatamente anterior.

Primera Comunión y pecado mortal

Se debe recibir la Primera Comunión cuando se comienza a tener uso de razón, lo cual se supone a partir de los siete años; habiendo recibido previamente la preparación oportuna y el sacramento de la penitencia. El que comulga en pecado mortal comete un grave pecado llamado sacrilegio. El que desea comulgar y se encuentra en pecado mortal no puede recibir la Comunión sin haber acudido antes al sacramento de la Penitencia, pues para comulgar no basta el acto de contrición.

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Referencias

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