El Sacramento de la Reconciliación

El camino hacia la santidad es un llamado constante para los cristianos. Para alcanzar esta meta, es fundamental vivir en gracia de Dios. Sin embargo, podemos perder la gracia bautismal si cometemos pecados mortales, los cuales matan la vida sobrenatural del alma y rompen la amistad y la comunión con Dios. Según palabras inspiradoras, el pecado puede ser visto como un acto que se vuelve en contra del propio ser, destruyendo toda obra buena.

¿Qué es el Sacramento de la Reconciliación?

El Señor Jesús instituyó el sacramento de la penitencia, también conocido como el Sacramento de la Reconciliación o Confesión, para perdonar los pecados cometidos después del Bautismo, abriendo así la puerta a la reconciliación con Dios. Jesucristo, al ser Dios, tiene el poder de perdonar los pecados, y este poder lo dio a los Apóstoles y a sus sucesores en el sacerdocio, quienes actúan en la persona de Cristo. De esta manera, es el mismo Jesucristo quien perdona a través del misterio del sacerdote.

Preparación para una Buena Confesión

Para hacer una buena confesión, es necesario seguir algunos pasos fundamentales:

• Examen de conciencia: Recordar los pecados cometidos desde la última confesión bien hecha.
• Dolor de los pecados: Sentir una pena interior por haber ofendido a Dios.
• Propósito de enmienda: Tomar la firme resolución de no volver a pecar y de evitar todo lo que pueda ser ocasión de cometer pecados.
• Decir los pecados al confesor: Declarar abiertamente los pecados cometidos.
• Cumplir la penitencia: Rezar las oraciones y hacer las buenas obras que el confesor ordene.

Aspectos Importantes de la Confesión

• Pecados que debemos confesar: Debemos confesar todos los pecados mortales no confesados anteriormente, incluyendo su número y circunstancias. Es conveniente mencionar también los pecados veniales.
• Consecuencias de callar pecados mortales: El que calla por vergüenza la confesión de algún pecado mortal comete un grave pecado llamado sacrilegio, y no se le perdonan los otros pecados confesados.
• Olvido de pecados mortales: Si se olvida la confesión de un pecado mortal, la confesión sigue siendo válida, pero el pecado olvidado debe ser manifestado en la próxima confesión.
• Cumplir la penitencia: Significa rezar las oraciones y realizar las buenas obras que el confesor manda.
• Secreto de confesión: El sacerdote está obligado a guardar silencio absoluto sobre los pecados escuchados en la confesión.