La Sagrada Escritura enseña la verdad porque Dios mismo es su autor. Por eso, afirmamos que está inspirada y enseña sin error las verdades necesarias para nuestra salvación.
El Espíritu Santo ha inspirado a los autores humanos de la Sagrada Escritura, quienes han escrito lo que el Espíritu ha querido enseñarnos. La fe cristiana no es una «religión del libro», sino de la Palabra de Dios, que no es «una palabra escrita y muda, sino el Verbo encarnado y vivo», como dijo San Bernardo de Claraval. La Palabra de Dios es viva y se nos transmite a través de la Sagrada Escritura, que es la fuente principal de nuestra fe y la base de nuestra relación con Dios.