Dios quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad, es decir, de Jesucristo, como se expresa en 1 Tim 2, 4. Es preciso, pues, que Cristo sea anunciado a todos los hombres, según su propio mandato: > «Id y haced discípulos de todos los pueblos«, en Mt 28, 19.
Esto se lleva a cabo mediante la Tradición Apostólica. La Iglesia sigue el mandato de Jesucristo y continúa su misión de anunciar el Evangelio a todos los pueblos. La Tradición Apostólica es el medio por el cual la Iglesia transmite la fe y la verdad revelada por Dios a través de los apóstoles y de la comunidad cristiana primitiva.