Las exequias cristianas son las ceremonias funerarias por las cuales se da sepultura a los difuntos y se ora por su alma.
En estas ceremonias, la Iglesia Católica ofrece una forma de despedir a los seres queridos que han fallecido, mientras se pide por la salvación de sus almas.
Las exequias cristianas tienen un profundo significado y propósito, ya que permiten a los creyentes expresar su fe y su esperanza en la resurrección de los muertos, tal como se menciona en la Biblia: "Cristo resucitó de los muertos, como primicias de los que durmieron" (1 Corintios 15, 20).
Durante las exequias cristianas, se llevan a cabo varias ceremonias y rituales, como la vigilia, la misa de exequias y el rito de sepultura, todos ellos diseñados para honrar al difunto y pedir por su alma.
Es importante destacar que las exequias cristianas no solo son un acto de despedida, sino también una oportunidad para que los creyentes se unan en oración y en fe, tal como se expresa en la Escritura: "Y todos los que creyeron estaban juntos y tenían todas las cosas en común" (Hechos 2, 44).
En resumen, las exequias cristianas son una forma significativa de honrar a los difuntos y pedir por su alma, mientras se afianza la fe y la esperanza en la resurrección de los muertos.