La Escritura es única porque refleja la Palabra de Dios, el proyecto salvífico de Dios y la inspiración divina que se encuentra en ambos Testamentos. El Antiguo Testamento prepara el camino para el Nuevo, mientras que el Nuevo Testamento da cumplimiento al Antiguo. De esta manera, ambos Testamentos se iluminan recíprocamente.
La relación entre el Antiguo y el Nuevo Testamento es fundamental para entender la Escritura.
La inspiración divina es el proceso mediante el cual Dios habla a los seres humanos a través de la Escritura.
"Toda la Escritura es inspirada por Dios" (2 Timoteo 3, 16). La inspiración divina garantiza que la Escritura sea fiel a la Palabra de Dios y que nos ofrezca una guía segura para nuestra fe y nuestra vida.