Tres apóstoles del Señor Jesús: Santiago el menor, San Felipe y San Bartolomé
Santiago el menor
Hijo de Alfeo, es apodado «el menor» para distinguirlo del otro Santiago, hijo de Zebedeo y hermano de Juan. Aparece en noveno lugar en todas las listas de los apóstoles (Mt 10, 3; Mc. 3, 18; Lc 6, 14; Hch 1, 13).
La tradición siempre lo ha identificado con el «hermano del Señor» (Mc 6,3). Es mencionado por San Pablo en su carta a los Gálatas (Gal 1, 19). Se le identifica también con aquél Santiago a quien se le aparece el Señor resucitado (1 Cor 15, 7). Es el autor de la carta del Nuevo Testamento que lleva su nombre.
Gozaba de gran autoridad en Jerusalén, prueba de lo cual es que San Pedro le manda anunciar su liberación (Hch 12, 17). Junto con Pedro, Pablo y Bernabé toma la palabra en el concilio de Jerusalén (Hch 15, 13-21). Fue el primer obispo de Jerusalén, con él queda a cargo la iglesia de dicha ciudad luego de la dispersión de los apóstoles por el mundo.
Como se le conoce como «hermano de Señor», es decir, pariente cercano, se le suele representar con rasgos parecidos a Cristo. Según algunos autores, se le parecía tanto que fue por eso que Judas tuvo que darle un beso al Señor para que sus captores lo reconocieran.
La tradición dice sobre su muerte que el sumo sacerdote Anás II le ordenó renegar de Jesús, pero Santiago, que estaba en lo alto del templo, aprovechando la concurrencia se puso a predicar el Evangelio. Al escuchar esto los fariseos y escribas se llenaron de furor y uno de ellos lo empujó desde lo alto. Santiago no muere de golpe, sino que es apedreado mientras rogaba a Dios de rodillas por sus asesinos. Como tardaba en morir, es golpeado en la cabeza con una maza por un batanero.
Su fiesta se celebra el 3 de mayo, junto con la del Apóstol San Felipe. Se le representa con un libro por haber sido autor de una epístola del Nuevo Testamento, y también con ornamentos episcopales por haber sido el primer obispo de Jerusalén.
San Felipe
San Felipe aparece en quito lugar en las listas de los apóstoles (Mt 10, 3; Mc. 3, 18; Lc 6, 14; Hch 1, 13). Era originario de Betsadia, y de profesión pescador. Junto con Andrés, son los únicos que tienen nombres griegos entre los apóstoles
San Felipe es llamado por el Señor al grupo de sus discípulos al día siguiente de haber llamado a Andrés, Juan y Pedro (Jn 1, 43-44). San Felipe es quien invita a Natanael a conocer al Señor (Jn 1, 45). Tiene otras intervenciones significativas en el Evangelio. El día la multiplicación de los panes el Señor, para probarlo, se dirige a él preguntándole dónde comprarían pan para tanta gente (Jn 6, 5-7). Es a San Felipe a quien se dirigen los extranjeros deseosos de conocer al Señor (Jn 12, 20-22) y es él el que le pide al Señor en la última cena que le «muestre al Padre» (Jn 14, 8-11)
San Felipe se dedicó a predicar en las regiones de Frigia, actualmente Turquía, y Escitia, actualmente Moldavia, Ucrania, Hungría y el este de Rusia. Fue martirizado y muerto en Hierápolis. Su martirio consistió en ser crucificado y apedreado. Posteriormente sus reliquias se trasladan a Roma.
Su fiesta se celebra el 3 de mayo, junto con la fiesta de Santiago el Menor. Ambos apóstoles comparten la fiesta debido a que, en el siglo IV, el Papa Julio II edificó en Romauna gran basílica, que más tarde se conocería como la «Basílica de los Doce Apóstoles». El templo fue remodelado en los siglos VI y XV. Hasta entonces podía leerse una dedicación a Santiago y Felipe. En 1873 se descubre bajo el altar mayor un altar del siglo VI, conteniendo reliquias de dos esqueletos. Un trozo de diente encajaba perfectamente con otro en la reliquia de la cabeza de Santiago, conservada en la catedral de Anco. Como la iglesia había sido dedicada a Santiago y a Felipe conjuntamente, se concluyó que el otro cuerpo era el de San Felipe. La iglesia había sido dedicada un 1 de mayo, y esa pasó a ser la fiesta común de ambos apóstoles, siendo trasladada en 1969 a la fecha del 3 de mayo.
San Bartolomé
San Bartolomé, cuyo nombre significa «hijo de Talmai» (nombre hebreo antiguo) es mencionado en sexto lugar en las tres listas de los apóstoles que se encuentran en los Evangelios sinópticos (Mt 10, 3; Mc 3, 18; Lc 6, 14) y en séptimo lugar en la lista de los Hechos (Hch 1, 13)
El nombre de Bartolomé podría no ser propio, sino que puede habérsele agregado para distinguirlo como «hijo de Talmai». Muchos eruditos lo identifican con Natanael (Jn 1, 45-51) dado que, como se dijo, Bartolomé puede no ser un nombre propio. Además el nombre Bartolomé nunca aparece en el Evangelio de San Juan, y Natanael no se menciona en ninguno de los Evangelios sinópticos. Por otro lado, en las listas de Mateo y Lucas está junto a Felipe, lo que concuerda con el hecho, narrado por San Juan, de que Felipe era un viejo amigo de Natanael y fue él quien se lo presentó a Jesús (Jn 1, 45).
Natanael también se encuentra en la aparición de Cristo resucitado en la costa del mar de Tiberiades, junto con varios apóstoles cuyos nombres son mencionados, «y otros dos discípulos» (Jn 21, 1ss). La palabra «apóstol» no aparece en el Evangelio de San Juan, y siendo que en este Evangelio San Juan se refiere a los apóstoles corrientemente como «discípulos», Natanael es, pues, uno de los Doce, al que los Evangelios sinópticos llaman Bartolomé. En efecto, en el Evangelio de la fiesta de San Bartolomé (Jn 1, 45-51) se narra el llamado de Natanael.
Según el martirologio romano, San Bartolomé predicó en la India y en Armenia, donde sufrió el martirio. Fue desollado vivo, y luego decapitado por el rey Astyages. De acuerdo a la tradición, este martirio ocurrió en Abanopolis, en la costa occidental del Mar Caspio, después de haber predicado también en Mesopotamia, Persia y Egipto. A causa de su martirio, a menudo se le representa en el arte como despellejado y teniendo su propia piel en la mano, tal como en el «Juicio Final» de la Capilla Sixtina.
Las reliquias de San Bartolomé fueron enterradas en la isla de Lipara. Eventualmente fueron trasladadas a Benevento, Italia, y luego fueron llevadas a Roma por orden del emperador Otón III, en el siglo X. Ahora se encuentran en la iglesia de San Bartolomé, en la «Isola San Bartolomeo» del río Tiber. Su cráneo se venera en Francfort del Main, ciudad alemana de la que el Apóstol es patrono.
La fiesta de San Bartolomé se celebra el 24 de agosto. Se le suele representar llevando un cuchillo, instrumento de su martirio.