La Unidad del Cuerpo Místico de Cristo
Queremos que la paz del Señor esté con cada uno de ustedes.
A todos los seguidores de esta página, les saluda un hermano en Cristo con el tema del día:
¿El Ecumenismo es Satánico?
Empezamos recordando que si el ecumenismo fuera satánico también serían satánicas las citas bíblicas que encontramos:
- Juan 17, 20-21
- Lucas 22, 31-32
- Juan 10, 16
- 1 Corintios 1, 10-13
- Efesios 2, 20
- Efesios 4, 2-6
Resaltamos dos de estas citas bíblicas:
«Y no ruego solamente por estos, sino también por aquellos que han de creer en mí, por la palabra de ellos, para que todos sean uno como tú padre en mí y yo en ti, que también ellos sean uno nosotros, para que el mundo crea que también tú me enviaste.» (Juan 17, 20-21)
«Un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo, un solo Dios y padre de todos, que está sobre todos y por todos y en todos.» (Efesios 4, 2-6)
El verdadero ecumenismo busca aumentar el entendimiento entre las distintas confesiones cristianas a través del diálogo, con el fin de atraer a la conversión a todos aquellos que se encuentran alejados de la Iglesia Católica a la plenitud de la fe que solo se puede encontrar en ella.
La finalidad del diálogo es atraer al que se está alejando de la Iglesia a su seno. En este sentido, el Papa Juan Pablo II ha explicado que:
«Jesús mismo antes de su pasión rogó para que todos sean uno» (Juan 17, 21).
Esta unidad que el Señor dio a su Iglesia y en la cual queremos abrazar a todos no es accesoria, sino que está en el centro mismo de su obra. No equivale a un atributo secundario de la comunidad de sus discípulos ni es opcional, sino que es obligación de todo católico apostólico romano buscar esa unidad del cuerpo místico de Cristo.
Asumir que el ecumenismo es satánico es absurdo. Los hermanos protestantes afirman sin fundamentos bíblicos que el ecumenismo es satánico.
La finalidad del ecumenismo es la unidad, es el amor, es enfocarnos en lo que nos une como hermanos para que así seamos un cuerpo, un solo cuerpo místico de Cristo. El ecumenismo es el llamado a la unidad en el Espíritu Santo.
Nosotros los cristianos debemos anhelar la unidad, como Cristo pidió, rogó al Padre, para que su Iglesia, para que todos nosotros, para que todos aquellos corderos estén en un mismo rebaño, y para que así, Él como único pastor, nos guíe a la perfección y santidad.
Muchos protestantes afirman que el ecumenismo es como un plan del demonio para destruir a la Iglesia de Cristo, lo cual es imposible, cómo nos enseña el Señor, que ni los poderes del inframundo podrán contra ella.
Ciertamente, el demonio vino para matar, robar y destruir, matar el amor entre hermanos, robar la paz de su Iglesia, destruir la unidad del cuerpo místico de Cristo. Aunque muchos estén separados de ella, muchos y cada uno de los hermanos, estamos más unidos que nunca.
Hermano o hermana que estás escuchando este material, también te invita a ti, para que te unas a esta gran misión y así sea una realidad la oración que el Señor le hizo a su Padre, para que todos juntos, como corderos, seamos cuidados en el único y gran rebaño, con el gran y único gran Pastor, nuestro Señor Jesucristo.
Que así sea.