¿El Ecumenismo es recomendable para los que tienen una fe solida?
Por Ecumenismo se entiende el movimiento surgido, por la gracia del Espíritu Santo, para restablecer la unidad de todos los cristianos. Participan en él los que invocan al Dios Uno y Trino y confiesan que Jesús es el Señor y Salvador. Casi todos, aunque de distinta manera, aspiran a una Iglesia de Dios única y visible.
La Iglesia Católica considera la separación de los ortodoxos y los protestantes como una herida profunda infligida a la Iglesia de Cristo.
UNITATIS REDINTEGRATIO
SOBRE EL ECUMENISMO
PROEMIO
1. Promover la restauración de la unidad entre todos los cristianos es uno de los fines principales que se ha propuesto el Sacrosanto Concilio Vaticano II, puesto que única es la Iglesia fundada por Cristo Señor, aun cuando son muchas las comuniones cristianas que se presentan a los hombres como la herencia de Jesucristo; todos se confiesan discípulos del Señor, pero sienten de modo distinto y siguen caminos diferentes, como si Cristo mismo estuviera dividido. División que abiertamente repugna a la voluntad de Cristo y es piedra de escándalo para el mundo y obstáculo para la causa de la difusión del Evangelio por todo el mundo.
La iglesia llama a la unidad de los cristianos, por qué Cristo no está dividido.
Encontramos en la palabra de Dios
I Corintios 1,11-17
[11]Porque, hermanos míos, estoy informado de vosotros, por los de Cloe, que existen discordias entre vosotros.
[12]Me refiero a que cada uno de vosotros dice: «Yo soy de Pablo», «Yo de Apolo», «Yo de Cefas», «Yo de Cristo».
[13]¿Esta dividido Cristo? ¿Acaso fue Pablo crucificado por vosotros? ¿O habéis sido bautizados en el nombre de Pablo?
[14]¡Doy gracias a Dios por no haber bautizado a ninguno de vosotros fuera de Crispo y Gayo!
[15]Así, nadie puede decir que habéis sido bautizados en mi nombre.
[16]¡Ah, sí!, también bauticé a la familia de Estéfanas. Por lo demás, no creo haber bautizado a ningún otro.
[17]Porque no me envió Cristo a bautizar, sino a predicar el Evangelio. Y no con palabras sabias, para no desvirtuar la cruz de Cristo.
Vemos también que la ambición de los hombres divide y separa la iglesia de Cristo.
Juan 17,11
[11]Yo ya no estoy en el mundo, pero ellos sí están en el mundo, y yo voy a ti. Padre santo, cuida en tu nombre a los que me has dado, para que sean uno como nosotros.
Juan 17,11.21
[11]Yo ya no estoy en el mundo, pero ellos sí están en el mundo, y yo voy a ti. Padre santo, cuida en tu nombre a los que me has dado, para que sean uno como nosotros.
[21]para que todos sean uno. Como tú, Padre, en mí y yo en ti, que ellos también sean uno en nosotros, para que el mundo crea que tú me has enviado.
Es importante la autoridad competente cual establece Jesús en hombres, en sus apóstoles
Apocalipsis 21,14
[14]La muralla de la ciudad se asienta sobre doce piedras, que llevan los nombres de los doce Apóstoles del Cordero.
II Pedro 3,2
[2]Acordaos de las predicciones de los santos profetas y del mandamiento de vuestros apóstoles que es el mismo del Señor y Salvador.
Judas 1,17-25
[17]En cambio vosotros, queridos, acordaos de las predicciones de los apóstoles de nuestro Señor Jesucristo.
[18]Ellos os decían: «Al fin de los tiempos aparecerán hombres sarcásticos que vivirán según sus propias pasiones impías.»
[19]Estos son los que crean divisiones, viven una vida sólo natural sin tener el espíritu.
[20]Pero vosotros, queridos, edificándoos sobre vuestra santísima fe y orando en el Espíritu Santo,
[21]manteneos en la caridad de Dios, aguardando la misericordia de nuestro Señor Jesucristo para vida eterna.
[22]A unos, a los que vacilan, tratad de convencerlos;
[23]a otros, tratad de salvarlos arrancándolos del fuego; y a otros mostradles misericordia con cautela, odiando incluso la túnica manchada por su carne.
[24]Al que es capaz de guardaros inmunes de caída y de presentaros sin tacha ante su gloria con alegría,
[25]al Dios único, nuestro Salvador, por medio de Jesucristo, nuestro Señor, gloria, majestad, fuerza y poder antes de todo tiempo, ahora y por todos los siglos. Amén.
Por el P. Flaviano Amatulli A.P.
No basta imitar lo que se está haciendo en otras partes. Hay que ser realistas y creativos. Donde hay proselitismo, apologética; donde se acepta el diálogo, ecumenismo.
Situaciones diferentes
No todos los que no comparten nuestra fe, tienen la misma actitud hacia nosotros. Algunos están abiertos al diálogo y a la comprensión y otros no. Entre estos últimos no faltan quienes tienen una actitud abiertamente agresiva y proselitista.
Pues bien, ¿cómo tenemos que reaccionar frente a situaciones tan diferentes. ¿Basta la receta del diálogo, la tolerancia y la buena fe? ¿No es esto pecar de ingenuidad, pereza mental y falta de responsabilidad para con los «débiles en la fe», que fácilmente son arrastrados por los «lobos rapaces»?
Pronto el diálogo con los «hermanos separados» rebasó las fronteras del mundo cristiano, alcanzando a los hebreos, «nuestros hermanos mayores», y a todos los hombres de buena voluntad, pertenecientes a las más variadas expresiones religiosas: islamismo, budismo, hinduismo, taoísmo, confucionismo, etc.
Fundamento: la unidad del género humano y del plan de salvación, que abarca a todos los hombres (1 Tim 2,3); por lo tanto, en todos los hombres y en todas las culturas ya está presente la acción salvadora de Dios, que hay que saber descubrir, apreciar y respetar.
Ojalá que todos fueran sinceros y estuvieran abiertos para el diálogo! Pero esto no corresponde a la realidad. El hecho es que existen planes concretos de «conquista» del mundo católico de parte del evangelismo. Frente al avance de un ejército invasor, no se puede hablar de paz y nada más, dejándolo avanzar a su antojo. Primero hay que pararlo. Solamente después será posible hacerlo sentar a la mesa de las negociaciones.