Los Orígenes Familiares de la Virgen María
La Virgen María, madre de Dios, nació en una familia piadosa. Según la tradición, su padre fue San Joaquín y su madre Santa Ana. Aunque los evangelistas no mencionan a sus padres, la tradición temprana los ha reconocido como los abuelos de la Virgen María.
El Protoevangelio de Santiago
En el Protoevangelio de Santiago, se cuenta que San Joaquín era un hombre piadoso que vivía en Nazaret con su esposa Santa Ana. Sin embargo, ellos no tenían hijos, lo que los hacía objeto de burlas y desprecio por parte de sus vecinos. San Joaquín se retiró a las montañas a orar y ayunar, mientras que Santa Ana se dirigió a Dios en oración y súplica, prometiendo dedicar su hijo a su servicio si lo bendecía con la paternidad.
Un ángel se le apareció a Santa Ana y le dijo: «Ana, el Señor ha visto tus lágrimas; concebirás y darás a luz, y el fruto de tu seno será bendecido por todo el mundo». El ángel hizo la misma promesa a San Joaquín, quien regresó al lado de su esposa. Santa Ana dio a luz a una hija llamada María, quien sería la Madre de Dios.
La Importancia de la Familia
La figura de San Joaquín y Santa Ana nos habla de la importancia del rol educativo de los abuelos en la familia. Como lo destacó Benedicto XVI en 2009, los abuelos son depositarios y testimonio de los valores fundamentales de la vida.
También nos recuerda el Papa Francisco que la familia es un lugar privilegiado para transmitir la fe. En 2013, en la Jornada Mundial de la Juventud en Río de Janeiro, el Papa Francisco destacó que "los santos Joaquín y Ana forman parte de esa larga cadena que ha transmitido la fe y el amor de Dios, en el calor de la familia, hasta María que acogió en su seno al Hijo de Dios y lo dio al mundo, nos los ha dado a nosotros. ¡Qué precioso es el valor de la familia, como lugar privilegiado para transmitir la fe!"
Es importante recordar que aunque el Protoevangelio de Santiago es un texto apócrifo, contiene datos históricos tomados de tradiciones o documentos fidedignos. Aunque no es fácil separar lo histórico de lo legendario, sería poco prudente y acrítico rechazar el conjunto indiscrimadamente.