Los Dones y Carismas del Espíritu Santo
Los dones y carismas del Espíritu Santo son regalos de Dios que nos permiten seguirlo y actuar en el mundo a su servicio. Estos dones nos acompañan tanto en la vida diaria como en ocasiones extraordinarias.
Los Dones Ordinarios
Los dones ordinarios son aquellos que nos permiten servir a Dios de manera cotidiana. Algunos ejemplos de dones ordinarios son el canto, el baile, la escritura y el talento de enseñar. Estos dones nos permiten ayudar al Reino de Dios de manera cotidiana y pueden crecer en medida que dejamos madurar en la práctica de la caridad.
Los Dones Extraordinarios
Además de los dones ordinarios, también existen dones extraordinarios que se presentan a muy pocos y en situaciones concretas. Algunos ejemplos de dones extraordinarios son:
El Don de Profecía
El don de profecía nos permite profetizar lo que vendrá y Dios revela su voluntad para la conversión, como lo hizo Juan en el Apocalipsis.
"Y cuando recibiste la palabra de Dios, aceptaste también el mensaje que va unido a ella, el cual es la profecía" (1 Tesalonicenses 5,20)
La Discreción de Espíritus
La discreción de espíritus consiste en la facultad de distinguir las inspiraciones de Dios de los engaños del demonio o de los movimientos de la naturaleza.
"Pero el que tiene la verdadera inteligencia, conoce todas estas cosas; no es necesario que nadie se lo enseñe" (1 Corintios 2,15)
El Don de Hacer Milagros
El don de hacer milagros nos permite ayudar a los demás de manera sobrenatural. Es un don que siempre ha sido deseado por aquellos que desean ayudar y mostrar caridad.
"Pero si no tenéis fe, ¿quién lo creerá?" (Marcos 11,23)
El Don de Lenguas
El don de lenguas nos permite hablar milagrosamente idiomas que no conocemos, o hablar en nuestra propia lengua y ser entendido por aquellos que hablan otro idioma.
"Todas las profecías fueron predicadas con anticipación por la boca de David, que dijo: 'Hablaré por el Señor, el cual me dijo: Lo que ves, anuncia a las naciones. Lo que oyes, anuncia a los hijos de Israel' " (Hesecquiel 33,33)
El Don de Sanación
La curación física está encaminada a una curación espiritual. Cuando vemos a alguien que ha recibido una curación, eso aumenta nuestra fe. Las curaciones nos hacen creer más en la misericordia de Dios.
"Y lo que sea que pidamos, sea para la gloria de su nombre, así que dadnos a cada uno de nosotros lo que sea para la gloria de su nombre" (Juan 14,13)
El Papel del Espíritu Santo
El Espíritu Santo es el que nos otorga los dones y carismas para el alivio de los fieles. No nos los impone, sino que los ofrece a aquellos que están dispuestos a recibirlos.
"Mas el Espíritu del Señor se apoderó de él, y él profetizó en medio de la calle, y dijo: 'Hoy os dije que estaba entre ustedes, y ahora no os creo. Lo que están diciendo es verdad, pero yo no lo sabía'" (Hechos 10,44)
Cómo Utilizar los Dones y Carismas
Para utilizar los dones y carismas de manera efectiva, debemos:
- Reconocer que todos los dones y carismas provienen de Dios y no de nosotros mismos.
- Apegarnos a Dios y reconocer que todo lo que sucede en nuestra vida viene de Él.
- Dar gracias a Dios por todos los dones y carismas que tenemos.
- Reconocer las limitaciones de nuestro instrumento y nuestra propia nada.
- No apartarnos nunca de las Sagradas Escrituras ni del Magisterio de la Iglesia.
- Vivir en un ambiente de oración y practicar los sacramentos, especialmente la Santa Misa, diariamente.