María, Madre de Dios
La Iglesia Católica en su infinita sabiduría, ha consagrado el inicio del año a la Madre de Dios la siempre Virgen María. Por lo tanto, es necesario explicar éste Dogma de Fe Mariano.
Primero que nada, vamos a explicar de una forma sencilla que es un Dogma y lo definiremos como una verdad obvia, es decir que no requiere mayor explicación debido a que se explica por sí mismo. Basados en esto, es necesario explicar que muchas veces las personas prefieren complicar las cosas, debido a que por conveniencia o ignorancia prefiere seguir una interpretación distinta. Ahora explicaremos desde la Biblia, porqué se afirma que María es la _Madre de Dios_, tomaremos para ello los siguientes versículos de San Lucas “Y sucedió que, en cuanto oyó Isabel el saludo de María, saltó de gozo el niño en su seno, e Isabel quedó llena de Espíritu Santo; y exclamando con gran voz, dijo: «Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu seno; y ¿de dónde a mí que la madre de mi Señor venga a mí?” San Lucas 1,41-43
Vemos que la prima de la Virgen María al quedar llena del Espíritu Santo, no pudo contener su emoción y claramente la llama «Madre de mi Señor», y, ¿a qué Señor se refiere? nada más que a Dios. Cuando el Ángel Gabriel, anuncia a María que será la Madre de Dios, deja claro también este aspecto , “El será grande y será llamado Hijo del Altísimo, y el Señor Dios le dará el trono de David, su padre;” Lucas 1,32 ¿Quién es el único Altísimo? Solamente Dios. Por lo tanto, Jesús es Dios, estuvo en el vientre de la Virgen María, quien le dio a luz. Surge un dilema en esto, como es posible que una mujer sea la madre de quien es el eterno, pero, es en este momento donde hay que observar las dos naturalezas de Jesús, porque Él es Verdadero Dios y Verdadero Hombre, las cuales no pueden ser separados en ningún momento, claro está, que la Virgen María no puede ser la madre del Eterno, pero si de Jesús Hombre, y debido a que No Se Pueden Dividir, María es Madre de Dios. Un punto importante a analizar es que una mujer no crea un ser en su vientre, sino que lo engendra, por lo tanto, Ella engendró a Jesús, pero… no lo creó.
“Al ver la estrella se llenaron de inmensa alegría. Entraron en la casa; vieron al niño con María su madre y, postrándose, le adoraron; abrieron luego sus cofres y le ofrecieron dones de oro, incienso y mirra.” Mateo 2,10-11
En el pasaje anterior del evangelio según San Mateo, podemos observar la visita de los sabios de oriente, en la cual se llenaron de inmensa alegría, al poder por fin encontrar al rey que andaban buscando y al entrar vieron al niño y con su Madre, y pone el nombre de ella el cual es María, vemos que si los evangelios reconocen en la Virgen María a la Madre de Dios.
“Y cuando llegaron subieron a la estancia superior, donde vivían, Pedro, Juan, Santiago y Andrés; Felipe y Tomás; Bartolomé y Mateo; Santiago de Alfeo, Simón el Zelotes y Judas de Santiago. Todos ellos perseveraban en la oración, con un mismo espíritu en compañía de algunas mujeres, de María, la madre de Jesús, y de sus hermanos.” Hechos 1,13-14
También en este pasaje, de los hechos de los apóstoles, comienza a enumerar a los apóstoles de Señor, y hace hincapié que esta perseverando en oración junto a unas mujeres y le da un espacio especial el escrito a María la Madre de Jesús, observamos que la primera comunidad reconocía a la Virgen María como la Madre de Jesús y por ende la Madre de Dios, ya que no podemos separar al Señor de sus dos naturalezas.
San Cirilo de Alejandría a finales del tercer siglo de nuestra era decía: “Me extraña, en gran manera, que haya alguien que tenga duda alguna de si la Santísima Virgen ha de ser llamada Madre de Dios. En efecto, si nuestro Señor Jesucristo es Dios, ¿por qué razón la Santísima Virgen, que lo dio a luz, no ha de ser llamada Madre de Dios? Esta es la fe que nos transmitieron los discípulos del Señor, aunque no emplearan esta misma expresión. Así nos lo han enseñado también los santos Padres.”
Con ello vemos que desde los primeros siglos ya se establecía la _Maternidad Divina de la Virgen María_, y por lo tanto no es un invento que se ha originado en los últimos tiempos, sino Una Verdad de Fe que nos permite nutrirnos y fortalecer cada día más.
San Gregorio Nacianceno hacia el año 382 afirmaba: “Si alguno no reconociese a María como Madre de Dios, se halla separado de Dios”. Esta frase nos debe de hace reflexionar ya que, si no reconocemos en la Virgen María a la Madre de Dios, sucede como se dijo anteriormente, que no estamos llenos del Espíritu Santo y tampoco en unidad con Dios.
Otro aspecto que hay que observar es que Jesús cumplió a la perfección toda la ley y por supuesto que respetó el mandamiento que dice “honrarás padre y madre”, siendo Él perfecto, no podía dejar de lado este importante mandamiento el cual posee una promesa de tener larga vida (Cf Ex 20,12), por lo tanto, es absurdo que Jesús dejase de lado éste importante mandamiento, y por lo tanto no puede dejar de lado tan importante título para su Madre.
Desde el concilio de Éfeso se declaró el dogma, debido a que Nestorio y su herejía que negaba la Maternidad Divina, y para explicarlo tenía que dividir a Jesús en sus naturaleza Divina y humana y, por lo tanto, reducía el sacrificio de la cruz a algo sin valor alguno, bajo ésta preocupación el papa San Celestino convoca a este concilio que queda a cargo de San Cirilo de Alejandría, en el cual quedó definido de la siguiente manera “La Santa Virgen es Madre de Dios puesto que según la carne ella dio a luz al Verbo de Dios hecho carne”.
En conclusión, si decimos que amamos y seguimos a Jesús, no nos debemos de olvidar de su Madre, quien lo engendró y lo cuidó durante su vida en este mundo.