El origen de la influencia pagana en el cristianismo
La primera etapa del cristianismo
Vemos que durante la primera etapa del cristianismo, este se hallaba conformado en gran medida por pequeñas iglesias, familiares y locales. Pablo menciona en su carta a los Corintios (1 Cor 1,12): «Me refiero a que cada uno de vosotros dice: "Yo soy de Pablo", "Yo de Apolo", "Yo de Cefas", "Yo de Cristo"». Este hecho nos muestra que en ese momento, el cristianismo no tenía una identidad clara y única.
La importancia de las Escrituras
Nadie puede cambiar las Escrituras (Dt 4,2): “Ustedes no añadirán nada a la palabra que yo les mando, ni quitarán nada de ella, para que guarden los mandamientos del SEÑOR su Dios que yo les mando.”. Además, las Escrituras están inspiradas por Dios (2 Tim 3,16): “Toda escritura está inspirada por Dios y es útil para enseñar, rebatir, corregir y guiar en el bien”. Si los primeros cristianos seguían el Evangelio de Cristo y eran respetuosos con la Ley de Dios, ¿cuándo llegó el momento de la desviación?. La respuesta es simple: por la tradición religiosa pagana.
La influencia pagana en el cristianismo
Dentro de la historia del cristianismo, también se ha hecho uso de elementos propios de las culturas paganas “cristianizándolas” para así acercar a las masas religiosas gentiles, a las que les había llegado el mensaje de salvación de Cristo, pero que bajo ningún concepto querían abandonar su modo de vida. En los primeros siglos de nuestra era, el Evangelio de Cristo fue predicado por todo el Mediterráneo, y en estos pueblos, la palabra chocaba de una forma frontal con sus creencias, pues ellos admitían infinitos dioses y asimilaban en sus culturas a los dioses de los pueblos a los que conquistaban.
La idolatría y la fe
La solución a esta interrogante apunta a la idolatría. Cuando a un pagano o gentil se le hablaba de Nuestro Señor, esta persona lo asociaba en un principio como a un dios más, pero tras una verdadera predicación, esa persona comprendía el verdadero sacrificio que Él hizo por su pueblo, y por lo tanto empezaba a conocer la palabra; sin embargo, cuando se le hablaba de que debía dejar sus ídolos, esta persona decía que NO y el problema estaba en que este “Nuevo Dios”, no tenía ni nombre ni imagen y se apelaba a la Fe, es decir, el creer sin ver.
La solución: respetar las imágenes
El dilema era demasiado grande, puesto que por el camino de la fe siempre seguirían siendo una Iglesia perseguida y proscrita. La solución la encontraron algunos hombres, que, llamándose cristianos, pensaron en algo que la misma Roma hizo en materia religiosa: respetar sus imágenes, eso sí, convirtiéndolas en símbolos cristianos.
La cruz: un símbolo complejo
La cruz ha sido usada por centurias en las diversas religiones y culturas, por ejemplo: una representación del semidiós semítico Tammuz, como signo de protección y fertilidad en la península italiana, como símbolo de castigo o tortura en el imperio romano, como el Dios semítico Baal de las culturas caldeo-asiria, como representación gnóstica en el mundo copto o adoración a la naturaleza en el mundo celta.
Conclusión
Por lo expuesto, se ve que la cruz no es un elemento netamente cristiano y aunque, no se puede precisar con exactitud su origen, la presencia de esta en diversas excavaciones arqueológicas que nos remontan al 10000 a.C. hace más que evidente su presencia antes del cristianismo. Sin embargo, este hecho no opaca que nos recuerde a Jesús, su muerte y resurrección, además del sacrificio de muchos hombres y mujeres que sufrieron idéntico martirio, siendo a partir del concilio de Nicea (325) donde se decreta que el símbolo de los cristianos debía ser la cruz.