La Santidad en la Biblia: Un sendero hacia Dios
La santidad es un tema bíblico olvidado y frecuentemente malentendido, sin embargo, es la base para encontrar sentido a nuestra relación con Dios y la base bíblica para la santidad y sus implicaciones en la vida del cristiano, tanto a lo largo de la vida como en la eternidad.
La Iglesia cuenta con innumerables santos en el cielo, pero solo unos pocos son considerados para la canonización, los cuales vivieron la santidad en un grado heroico. La canonización es para el bien de nosotros en la tierra y no beneficia a los santos que ya disfrutan de la visión beatífica. Los santos en el cielo son nuestros hermanos mayores que nos ayudan con su ejemplo e intercesión hasta reunirnos con ellos.
Los primeros santos venerados fueron los discípulos de Jesús y los mártires. Más tarde se incluyeron a los confesores, las vírgenes y otros cristianos que demostraron amor y fidelidad a Cristo y a su Iglesia y vivieron con virtud heroica.
La devoción a los santos es una expresión de la doctrina de la Comunión de los Santos, que enseña que la muerte no rompe los lazos que unen a los cristianos en Cristo. Los protestantes rechazaron la devoción a los santos debido a una falta de comprensión sobre la comunión de los santos.
En el Nuevo Testamento se emplean varios términos para referirse a los creyentes en Jesucristo. El término más utilizado es "cristiano", pero aparece solo tres veces en las Escrituras. Sin embargo, el término "discípulo" es más frecuente y define a un auténtico discípulo de Cristo.
La imagen de la familia espiritual del "nuevo nacimiento" se encuentra en el uso frecuente de "hermano" y la rara aparición de "hermana" en referencia a una relación espiritual en Cristo. Otra expresión llamativa es "esclavo" en contraste a Cristo como "Señor".
Cada uno de estos términos parece apropiado, pero uno de ellos es el menos reconocido: "santo". Este término es esencial en las epístolas y Apocalipsis, pero escasamente utilizado en los Evangelios y Hechos.
El concepto de "santo" o "santificado" es fundamental en la Biblia. Dios ordena a Moisés que sean santos porque Él es santo (Levítico 19:2), y Pedro repite el mandato: "sed santos en toda vuestra manera de vivir porque escrito está: sed santos porque yo soy santo" (1 Pedro 1:15-16). Esta idea de ser separados de, dedicados a y/o santos impregna toda la Escritura.
La santificación es una de las palabras más resplandecientes en nuestro vocabulario cristiano y la doctrina neotestamentaria de la santificación es uno de los distintivos supremos de nuestra fe cristiana.
La Promesa de la Santificación
La promesa de la santificación es una realidad que se refleja en varias Escrituras. Dios nos santificará por completo (2 Corintios 7:1) y nos ayudará a ser santos (Romano 6:22). La santificación es un proceso que comienza en la salvación y continúa a medida que crecemos en Cristo.
Nosotros somos hijos de Dios y aún no se ha manifestado lo que seremos. Pero sabemos que cuando Él se manifieste, seremos semejantes a Él porque le veremos como Él es. Y todo el que tiene esta esperanza puesta en Él, se purifica, así como Él es puro (1 Juan 3:2-3).
La santificación es un proceso que comienza en la salvación y continúa a medida que crecemos en Cristo. La Escritura nos enseña que la santificación es una realidad que se refleja en nuestra vida diaria. Nosotros somos llamados a ser santos (Levítico 19:2), a ser separados de y dedicados a Dios (1 Pedro 1:15-16).
La Perfección en la Segunda Venida de Cristo
La santificación no se acaba en la vida presente. Tampoco se limita a la salvación. La santificación es un proceso que continúa hasta la Segunda Venida de Cristo. La Escritura nos enseña que la santificación es una realidad que se refleja en nuestra vida diaria y que culminará en la Segunda Venida de Cristo.
La santidad es una realidad que se refleja en nuestra vida diaria y que culminará en la Segunda Venida de Cristo. La Escritura nos enseña que la santificación es un proceso que comienza en la salvación y continúa a medida que crecemos en Cristo. La santificación es una realidad que se refleja en nuestra vida diaria y que culminará en la Segunda Venida de Cristo.
Que el que es santo siga guardándose santo
La Escritura nos enseña que la santificación es una realidad que se refleja en nuestra vida diaria. La santificación es un proceso que comienza en la salvación y continúa a medida que crecemos en Cristo. La santificación es una realidad que se refleja en nuestra vida diaria y que culminará en la Segunda Venida de Cristo.
El concepto de santo o santificado es fundamental en la Biblia. Dios nos santificará por completo (2 Corintios 7:1) y nos ayudará a ser santos (Romano 6:22). La santificación es un proceso que comienza en la salvación y continúa a medida que crecemos en Cristo. La santificación es una realidad que se refleja en nuestra vida diaria y que culminará en la Segunda Venida de Cristo.
La Promesa de la Perfección
La promesa de la perfección es una realidad que se refleja en varias Escrituras. Dios nos santificará por completo (2 Corintios 7:1) y nos ayudará a ser santos (Romano 6:22). La santificación es un proceso que comienza en la salvación y continúa a medida que crecemos en Cristo.
Nosotros somos hijos de Dios y aún no se ha manifestado lo que seremos. Pero sabemos que cuando Él se manifieste, seremos semejantes a Él porque le veremos como Él es. Y todo el que tiene esta esperanza puesta en Él, se purifica, así como Él es puro (1 Juan 3:2-3).
La perfección es una realidad que se refleja en nuestra vida diaria y que culminará en la Segunda Venida de Cristo. La Escritura nos enseña que la santificación es un proceso que comienza en la salvación y continúa a medida que crecemos en Cristo.
La Importancia de la Santidad
La santidad es una realidad que se refleja en nuestra vida diaria y que culminará en la Segunda Venida de Cristo. La Escritura nos enseña que la santificación es un proceso que comienza en la salvación y continúa a medida que crecemos en Cristo.
La santidad es una realidad que se refleja en nuestra vida diaria y que culminará en la Segunda Venida de Cristo. La Escritura nos enseña que la santificación es un proceso que comienza en la salvación y continúa a medida que crecemos en Cristo.
La Promesa de la Santificación
La promesa de la santificación es una realidad que se refleja en varias Escrituras. Dios nos santificará por completo (2 Corintios 7:1) y nos ayudará a ser santos (Romano 6:22). La santificación es un proceso que comienza en la salvación y continúa a medida que crecemos en Cristo.
La santidad es una realidad que se refleja en nuestra vida diaria y que culminará en la Segunda Venida de Cristo. La Escritura nos enseña que la santificación es un proceso que comienza en la salvación y continúa a medida que crecemos en Cristo.
La Importancia de la Santidad
La santidad es una realidad que se refleja en nuestra vida diaria y que culminará en la Segunda Venida de Cristo. La Escritura nos enseña que la santificación es un proceso que comienza en la salvación y continúa a medida que crecemos en Cristo.
La santidad es una realidad que se refleja en nuestra vida diaria y que culminará en la Segunda Venida de Cristo. La Escritura nos enseña que la santificación es un proceso que comienza en la salvación y continúa a medida que crecemos en Cristo.
La Promesa de la Perfección
La promesa de la perfección es una realidad que se refleja en varias Escrituras. Dios nos santificará por completo (2 Corintios 7:1) y nos ayudará a ser santos (Romano 6:22). La santificación es un proceso que comienza en la salvación y continúa a medida que crecemos en Cristo.
La perfección es una realidad que se refleja en nuestra vida diaria y que culminará en la Segunda Venida de Cristo. La Escritura nos enseña que la santificación es un proceso que comienza en la salvación y continúa a medida que crecemos en Cristo.
Conclusión
La santidad es una realidad que se refleja en nuestra vida diaria y que culminará en la Segunda Venida de Cristo. La Escritura nos enseña que la santificación es un proceso que comienza en la salvación y continúa a medida que crecemos en Cristo.
La santidad es una realidad que se refleja en nuestra vida diaria y que culminará en la Segunda Venida de Cristo. La Escritura nos enseña que la santificación es un proceso que comienza en la salvación y continúa a medida que crecemos en Cristo.
Referencias Bíblicas
- Juan 17:17
- Romano 6:19
- Romano 6:22
- Apocalipsis 22:11
- 1 Tesalonicenses 3:13
- 1 Tesalonicenses 5:23