La Urgente Necesidad de la Apologética en Nuestros Días
En la actualidad, existe una necesidad apremiante de incluir la apologética en nuestras actividades de evangelización. Debemos defender el evangelio, junto con proclamarlo, para que nuestras palabras no caigan en saco roto.
¿Cómo Instruirnos?
Para enfrentar las sectas y defender nuestra fe, debemos:
- Conocerla: es fundamental tener un conocimiento profundo y claro de nuestra religión.
- Vivirla: la fe debe ser viva y actuante en nuestras vidas.
- Predicarla: compartirla con los demás y ser testigos de Cristo.
- Defenderla: estar preparados para responder a las críticas y preguntas de los no-cristianos.
(Este llamado a la defensa de la fe es un mandato de Dios, como se menciona en 1 Pedro 3.15)
La Historia de la Apologética
La apologética ha sido parte de la historia del cristianismo desde sus inicios. San Justino, uno de los primeros defensores de la fe cristiana, se enfrentó a las herejías de los no-cristianos a través de debates y discusiones. La palabra "apologética" proviene del griego "apología", que significa la posición de defensa militar contra un ataque.
Desde siempre, ha habido anti-cristianos que han intentado debilitar la fe de los creyentes. En nuestros tiempos, el crecimiento de las sectas protestantes es un tema de gran preocupación, ya que engañan a los católicos mal formados y se pasan engañando a los demás.
La Necesidad de la Apologética en la Iglesia
Es necesario formar a buenos católicos que estén preparados para dar razón de su fe de manera sencilla y humilde. Toda persona humana merece nuestro respeto y es digna de que la amemos como Cristo nos ama a nosotros. La apologética no se trata de decir que nosotros somos los buenos y ellos son los malos, sino de defender nuestra fe con humildad.
"Si alguno dice que no ha pecado, es un mentiroso" (1 Juan 1.10)
La necesidad de introducir la apologética en la pastoral de las parroquias y en nuestras diócesis es fundamental. Al equipar a los católicos con las herramientas necesarias para defender su fe, podemos cerrar los huecos que se abren debido a la ignorancia y evitar que los católicos sean engañados por las falsas doctrinas de las sectas protestantes.
La Misión de la Apologética
La apologética no se trata de defender la fe por sí misma, sino de mostrar los errores de las otras cosmovisiones. No es ser presumidos, insultar a los ateos o lucir inteligentes. El verdadero propósito de la apologética es:
- Evangelizar a los escépticos mostrándoles las evidencias de la fe cristiana.
- Responder a las críticas o preguntas de los ateos y no-cristianos, y desarmar las filosofías de ellos para llamarlos a la fe en Jesucristo.
- Edificar a los hermanos en la fe al darles razones para confiar más en las gloriosas verdades del evangelio.
La apologética es importante en lo que se llama pre-evangelismo y post-evangelismo. Antes de que podamos llamar a las personas a la fe, tenemos que darles la formación y la información del contenido que se les dice que crean, y eso involucra la mente.
El Papel de la Apologética en la Formación de la Fe
La apologética sirve una tarea vital al nivel de clarificar el contenido del cristianismo y defender sus verdades. Esto no puede causar una fe salvadora, pero tiene un rol vital en el soporte de los ingredientes necesarios de la fe.
La mente del hombre no creyente siempre estará en contra de Dios (Romanos 8.5-8). Sólo el Espíritu Santo puede hacer que una persona crea la verdad, pero el Espíritu Santo nunca llama a las personas a que crean en algo irracional o de lo que no se les ha hablado.
"Antes de que podamos llamar a las personas a la fe, tenemos que darles la formación y la información del contenido que se les dice que crean, y eso involucra la mente"