El Papa Francisco no es antipapa ni hereje
Un periodista preguntó al Papa qué piensa de que algunos medios y sectores de la sociedad estadounidense llegaran “a preguntarse si el Papa es católico” pues si ya hubo “discusiones de los que hablaban del Papa comunista, ahora hasta están los que hablan del Papa que no es católico”.
Un periodista preguntó al Papa qué piensa de que algunos medios y sectores de la sociedad estadounidense llegaran “a preguntarse si el Papa es católico” pues si ya hubo “discusiones de los que hablaban del Papa comunista, ahora hasta están los que hablan del Papa que no es católico”.
El Santo Padre dio esta respuesta:
“Un cardenal amigo me contó que fue a lo de él una señora muy preocupada, muy católica, un poco rígida, pero buena católica. Y le preguntó si era verdad que en la Biblia se hablaba de un anticristo y él le explicó. Y también en el Apocalipsis, ¿no? Y después, si era verdad que se hablaba de un antipapa, que el anticristo, el antipapa. ‘¿Pero por qué me hace esta pregunta?’, preguntó el cardenal. ‘Porque yo estoy segura de que el Papa Francisco es el antipapa’. ‘¿Y por qué pregunta esto? ¿Por qué tiene esta idea?’ ‘Y, porque no usa los zapatos rojos, así, histórico’. Los motivos, de pensar si porque no usa los zapatos rojos. Los motivos de pensar si uno es comunista, no es comunista…
Yo estoy seguro de que no he dicho una cosa más que no hubiera estado en la doctrina social de la Iglesia. En el otro vuelo una colega me dijo que yo le había tendido la mano a los movimientos populares y me preguntó ‘¿pero la Iglesia lo va a seguir? Yo le dije ‘soy yo el que sigo a la Iglesia’. Y en esto me parece que no me equivoco.
Creo que nunca dije una cosa que no fuera en la doctrina social de la Iglesia. Las cosas se pueden explicar, quizás una explicación ha dado una impresión de ser un poquitito más izquierdosa pero sería un error de explicación. No, mi doctrina sobre todo esto, sobre la Laudato Si’, sobre el imperialismo económico, todo esto, es la de la doctrina social de la Iglesia. Y si es necesario que yo recite el credo, estoy dispuesto a hacerlo, ¿eh?’”
Sobre esta respuesta que dio el Pontífice, el Director de la Sala Stampa del Vaticano, P. Federico Lombardi, dijo en conferencia de prensa en Washington D.C. que el Papa Francisco “tiene su propio modo de hablar” pero efectivamente siempre lo hace en el marco de la tradición católica y resaltó que siempre está en línea con la doctrina social de la Iglesia.
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«El Papa no ha cambiado la doctrina, sino que ha abierto puertas para una mayor conexión con los católicos en asuntos como el divorcio y para la consideración de casos particulares», apunta la periodista Caroline Wyatt, por muchos años encargada de temas religiosos en la BBC.
Lo que más me ha abierto los ojos acerca de quién está ahora en el solio de Pedro, son las entrevistas que le han hecho, como cardenal y como Papa. Entrevistas no preparadas, en las que las preguntas eran espontáneas.
Y resulta evidente que el Papa Francisco, en mi modesta opinión, es el Papa perfecto para esta época. De las muchas cosas que me gustan de él, señalaría, aunque no sea la más importante, su sinceridad al contestar. Él abre su corazón cuando responde. No anda haciendo cálculos.
Es un alma sincera, amante de la sencillez, un hombre sencillo que ha llegado al puesto más rodeado de ceremonias del mundo. Uno en él ve al hombre justo, al hombre de fe, al hombre que decidió seguir a Cristo y todo lo demás lo ve como accesorio. Es un hombre centrado en lo esencial.
El teólogo español recuerda que “los cardenales durante la sede vacante se reúnen en un lugar del mundo, oran, dialogan, se escuchan, piden la iluminación del cielo: una vez elegido el Vicario de Cristo ya no hay marcha atrás. ¿Creemos que existe Dios o no? Hay cosas que dependen de Dios, no de los estamentos inferiores”.
“No hace falta repetir que creo que el Papa puede equivocarse siempre que no hable ex cathedra” (NdR: Se dice que el Papa habla ex cathedra y es infalible cuando, en virtud de su suprema autoridad apostólica, define una doctrina concerniente a la fe o a la moral).
El sacerdote español indica que “el Papa puede ser incluso deleznable: pero no puede ser públicamente corregido. No puede hacerse tal cosa sin quebrantar algo tan sacro como el Ordo Ecclesiae” (orden de la Iglesia), advierte.