Antes y después de Jesús
La Historia de Jesús no empezó con su nacimiento.
Muchos siglos antes de que naciera hablaron de Él los profetas.
Miqueas, 730 años antes de nacer, dice dónde nacerá (5:2).
Isaías, 734 años antes de nacer, dice que nacerá de una virgen (7:14), y describe su Pasión (53:3-8): que sería tratado como un malhechor (53:12), azotado (50:6) y condenado a muerte (53:8) entre dos malhechores (53:12); orará en el suplicio por sus malhechores (53:12); y será enterrado en una tumba prestada (53:9)
Zacarías, 520 años antes de nacer, dice que será vendido por 30 monedas (11:12s) con las cuales se comprará el campo de un alfarero.
Los Salmos predicen que será traicionado por sus amigos (41:9), que será crucificado (22:16), que sus huesos no serán quebrantados (34:21), que sortearán su túnica (21:19), que se burlarán de él los espectadores (22:18), y que se sentirá abandonado de Dios (22)
Jesús mas que un hecho histórico entre tantos fue y es un hecho concreto de salvación.
La Biblia sobre todo nos hablan de Jesucristo los Santos Evangelios. Los evangelistas son: San Mateo, San Marcos, San Lucas y San Juan.
Jesús enseñó de viva voz.
No escribió ningún libro.
En aquel tiempo la instrucción se confiaba a la memoria.
La memoria era su libro.
La memoria se desarrolla inversamente proporcional a la escritura.
Muchos se sabían la Biblia de memoria y la trasmitían de viva voz de generación en generación.
Pero muy pronto se puso por escrito la predicación de Jesús.
Probablemente el primer Evangelio que se escribió fue el de San Marcos, transmitiendo la predicación de San Pedro. San Mateo y San Lucas quizás lo utilizaron para escribir el suyo, además de otras fuentes.
El último Evangelio que se escribió fue el de San Juan.
Evangelio significa «buena noticia»
La «buena noticia» es la venida de Jesús, Salvador de los hombres.
La palabra «evangelio» no significa primeramente un texto, un libro. Sino que, por su etimología y su uso bíblico, designa originariamente un «feliz mensaje», un «anuncio que hace feliz»
El Evangelio fue, pues, primeramente la palabra de Jesús.
Nadie había hablado como Él.
El Evangelio, antes de ser escrito fue predicado; antes de ser leído fue oído; antes de ser libro fue palabra.
Pero al ampliarse el círculo del cristianismo se ve la necesidad de fijar por escrito las palabras y los hechos de Jesús.
«La palabra “Evangelio” para designar una relación de escritos de la vida de Cristo se encuentra ya a mediados del siglo II»
Redimir es rescatar a precio.
CIC
430 Jesús quiere decir en hebreo: «Dios salva». En el momento de la anunciación, el ángel Gabriel le dio como nombre propio el nombre de Jesús que expresa a la vez su identidad y su misión (cf. Lc 1, 31). Ya que «¿quién puede perdonar pecados, sino sólo Dios?»(Mc 2, 7), es Él quien, en Jesús, su Hijo eterno hecho hombre «salvará a su pueblo de sus pecados» (Mt 1, 21). En Jesús, Dios recapitula así toda la historia de la salvación en favor de los hombres.
Desde el pecado original que cometieron Adán y Eva, las puertas del cielo estaban cerradas y nadie podía entrar allí.
Por los méritos de la Redención de Jesucristo se nos perdonan todos nuestros pecados y se nos abren las puertas del cielo.
El Antiguo Testamento enseña la vida después de la muerte, y que toda la gente fue a un lugar de existencia consciente llamado el Seól o seno de Abraham. Los malos e impíos estuvieron allí (Salmo 9,17; 31,17; 49,14; Isaías 5,14), y los justos también (Génesis 37,35; Job 14,13; Salmo 6,5; 16,10; 88,3. Isaías 38:10
de San Pedro (1ª 3:19) «fue a predicar a los espíritus encadenados» como el descenso de Cristo a la región de los muertos del Antiguo Testamento para comunicarles la buena noticia de la Redención.
Dios envió a su Hijo para redimir a los hombres: «Habéis sido rescatados…, con la preciosa sangre de Cristo»; «Habéis sido comprados a gran precio». «Él salvará a su pueblo de sus pecados. «Jesucristo se dio a sí mismo como rescate para todos». «El Hijo del Hombre vino a dar su vida para redención de todos». «Cristo murió por nosotros». San Pablo atribuye a la muerte de Cristo la reconciliación de los pecadores con Dios.
Cristo murió por todos. «El Padre envió a su Hijo para ser Salvador del mundo».
Y San Pedro dice que Jesús es «el único Salvador del mundo».
«Muchos» en la Biblia significa «todos»
Jesucristo, después de ser crucificado, estuvo muerto y enterrado, y al tercer día resucitó juntando su cuerpo y su alma gloriosos para nunca más morir.
Por tanto, Jesucristo está ahora en el cielo en cuerpo y alma.
La resurrección de Cristo es dogma de fe. Está definido en el IV Concilio de Letrán (1215): «Creemos y confesamos que Jesucristo resucitó de entre los muertos y subió al cielo en cuerpo y alma».
La resurrección de Cristo es «el dogma fundamental del cristianismo
Jesús deja un paráclito en Pentecostés y a su vez una Iglesia.
Por la Biblia hemos visto y comprobado que Cristo fundó una sola Iglesia(Mt 16,18) y que esa Iglesia durará hasta el fin del mundo(Mt 28,20). La consecuencia lógica de eso es que hoy en día debe de estar.
Jesucristo fundó una sola Iglesia: «Habrá un solo rebaño y un solo Pastor».
Esta Iglesia es la Iglesia Católica, Apostólica y Romana.
Todas las demás Iglesias y religiones están equivocadas.
Unas, porque no reconocen al verdadero Dios -como el Budismo-; otras, porque se separaron de la Iglesia verdadera -como el Protestantismo-.
Debemos rezar por los no católicos, para que se conviertan, y ellos y nosotros nos unamos en la única y verdadera Iglesia de Cristo que es la Católica.
Algunos dicen que Cristo no pretendió fundar una Iglesia.
Entonces, ¿por qué reunió los Apóstoles y les mandó a predicar por todo el mundo?
¿Por qué le dijo a Pedro que él sería la piedra fundamental de su Iglesia?
Decir que Cristo no pretendió fundar una Iglesia es tan ridículo como decir que no quiere fundar una familia uno que compra una casa, contrae matrimonio y tiene muchos hijos.
San Ignacio de Antioquía es uno de los primeros en usar la palabra «católico» en el año 100 aproximadamente. Eso lo dijo en la carta que escribió a Esmirna. Al principio, la Iglesia tenía varios nombres:
*Seguidores del camino, en Hech 19
*Nazarenos, en Hech 24,5
*Cristianos, en Hech 11,23
*Iglesia de Cristo, en Hech 20,28
De esta manera, la Biblia, la Historia y la Sucesión Apostólica nos confirmaron que la Única Iglesia que Cristo fundó es la Católica. Esta es una gran verdad.
Si Jesucristo fundó su Iglesia: la Católica, no fue para dejarla como un adorno secundario en la vida del cristiano.
Buscarla y aceptarla es hacer su voluntad (Mt 7,15)