Aduanas pastorales
Mateo 9,9-13
[9]Cuando se iba de allí, al pasar vio Jesús a un hombre llamado Mateo, sentado en el despacho de impuestos, y le dice: «Sígueme.» El se levantó y le siguió.
[10]Y sucedió que estando él a la mesa en casa de Mateo, vinieron muchos publicanos y pecadores, y estaban a la mesa con Jesús y sus discípulos.
[11]Al verlo los fariseos decían a los discípulos: «¿Por qué come vuestro maestro con los publicanos y pecadores?»
[12]Mas él, al oírlo, dijo: «No necesitan médico los que están fuertes sino los que están mal.
[13]Id, pues, a aprender qué significa aquello de: Misericordia quiero, que no sacrificio. Porque no he venido a llamar a justos, sino a pecadores.»
Bueno hermanos en estos versículos, nos encontramos con Mateo, quién era este hombre un cobrador de impuestos,trabajaba para el imperio romano y era despreciado por los judíos especialmente por los ortodoxos y los que tenían mucha cercanía a las raíces judías, había un desprecio pues este hombre quería conocer a Dios acercarse a Dios pero era rechazado, Jesús hace una propuesta, así como el evangelio es una propuesta un llamado un encuentro con el señor él ve la mirada misericordiosa de Jesús.
Otros publicanos y pecadores se sintieron identificados con ese encuentro entre, ya habían escuchado de Jesús,pero le da curiosidad Cómo este hombre se acercó a Mateo y se puedes acercar a ellos también, nos encontramos con los fariseos los encargados,ellos sintiéndose los verdaderos y únicos correctos y los salvados rechazaban a todos aquellos que no llenaba las expectativas,así como Mateo la prostituta la samaritana los paganos los forasteros los que no tenían descendencia, no le importaba que ellos buscaban,ahora reclaman a los discípulos Jesús porque este hombre come con pan no saben quién es el y Jesús sabía pero él no sabía, el conocí al corazón de este hombre,descubre la misericordia este hombre en los ojos de Jesús, mientras tanto,no necesita médicos lo que están fuertes sino los que están mal.
En esta revelación dejen inpactado seguramente a los fariseos, ellos acostumbrados a separar a los buenos y los malos los que creían que se salvaría y los que se condenarian, pues Jesús ve que todos podemos salvarnos y hace un llamado universal para la salvación de todos los hombres.
Remata con esta frase yo no he venido a buscar justos sino a pecadores.
cuántas veces hemos encontrado situaciones donde una persona no es lo suficientemente buena para tal grupo o movimiento, cuántas veces se han apartado a personas porque no llegan a llenar los estándares personajes de x o tal persona.
Cuando dicen éste es un borracho este es un drogadicto este es un homosexual, este grupo no es para esa clase de personas o es mala influencia para los demás.
Dios ha creado el universo y al hombre por amor, ciertamente el pecado impide la buena relación, la aceptación de Jesucristo por rechazo de acto.
Pero Dios que conoce nuestra realidad de hombres, pone medios de misericordia y reconciliación.
Jesús nunca ha demostrado desprecio alguno a la persona, si al pecado, lo que Dios en su infinita sabiduría nos ha dado es una iglesia, hospital de pecadores, como así el pecado es la enfermedad, así esa dolencia puede ser curada con el tratamiento correcto, de lo contrario uno va acumulando, creciendo como un cáncer que consume el alma.
Así como todos somos pecadores y estamos en un hospital donde vienen otros enfermos, debemos de mirar al prójimo como Cristo nos ha mirado.
Abrir las puertas de la misericordia de para en par, dar oportunidad y llevar la propuesta del evangelio a cada criatura en el mundo.
Repitiendo siempre con la palabra y testimonio vivo del mensaje divino de amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como Jesús nos ha amado.