Fanatismo en la apologética
Durante todos estos días atrás se han estado publicando diferentes temas con respecto a lo que muchas veces no debería ser considerado un católico, debido a que se cometen herejías o errores doctrinales, los cuales se han ido aceptando como válidos; esto ha causado un gran revelo sobre la audiencia de Rincón de Apologética ya que cuando se nos dicen nuestros errores no los queremos aceptar, pero en verdad deberíamos cada uno de nosotros ser capaces de aceptar estas observaciones, si en realidad estamos buscando un cristianismo verdadero.
Hace unos días atrás se publicó el tema de fanatismo religioso, tema 293, que muchos hermanos sin conocimiento y sin humildad comienzan a perjudicar a la Iglesia porque emiten juicios sobre temas solo por hacerlo, si tan siquiera reflexionar si lo que hacen es correcto.
En esta ocasión vamos a hablar sobre lo que es el fanatismo en Apologética que sería también una revés para algunos hermanos que de una u otra manera están siguiendo a los apologetas en boga, es decir aquellos que están teniendo mayor realce tales como el Padre Luis Toro, el Hermano Fernando Casanova, o también tenemos a nuestro Hermano Rafael Díaz y que es lo que está sucediendo con esto, debido a que nos volvemos fanáticos de un apologeta “X” y después queremos andar refutando de uno y otra manera los errores o los aparentes errores que están teniendo nuestros hermanos en la fe o incluso a sacerdotes con videos o comentarios que uno de estos apologetas antes mencionados pudieron haber emitido, pero hay que recordar que ellos también son hombres y pueden cometer errores dentro de las enseñanzas que pueden estar dando y no tienen la infalibilidad que solamente el Papa posee siempre y cuando hable ex catedra en materia de FE.
Muchas veces nos comportamos más como Papa que el mismo Papa, es decir, queremos corregir al hermano simplemente porque creemos que hay un error dentro de ellos, pero se nos olvida que tenemos que tener una verdadera preparación en la fe, primero necesitamos un estudio profundo de la biblia bajo el magisterio de la Iglesia, luego un estudio profundo del catecismo, siempre bajo el magisterio de la Iglesia y no bajo una libre interpretación, con el objetivo que nosotros realmente profesemos una sola *FE*. Por lo general creemos que nuestra fe es la correcta, pero cuando la comparamos con la fe de la Iglesia vamos a encontrar que tenemos errores.
Otro punto que también tenemos dentro del fanatismo de la apologética es que andamos buscando discusiones, muchas veces infértiles con hermanos no católicos, es decir, que siempre andamos buscando como discutir, pero en verdad no debemos andar buscando pleitos innecesarios ya que la primera carta de San Pedro 3,15 nos dice que tenemos que dar razones de nuestra fe cuando nos la pidan, no tenemos que andarla dando en cualquier momento, en ese sentido tenemos que enfocarnos de la mejor manera posible a profesar una fe verdadera, esforzándonos en formarnos y cuando estos lleguen a buscarnos pidiendo explicaciones de nuestra fe, es el momento en el cual nosotros tenemos que dársela.
Hay que tener cuidado en la forma en la que nosotros profesamos nuestra fe, si ella no está lo suficientemente formada simplemente nosotros podemos ser acarreados con cualquier corriente doctrinal así nos lo dice la carta a los Efesios 4, 14. Pero nuestra FE tiene que estar bien cimentada, en el magisterio de la Iglesia y no buscar un fanatismo, no es decir lo que nosotros queramos imponer doctrinas a diestra y siniestra incluso cuando no tenemos el conocimiento o la capacidad correcta para estar emitiendo juicios.
Tenemos que irnos formando y formarnos bien en la FE, formarnos de la mejor manera posible, nutriéndonos y de esa manera poder nutrir a los demás.
El testimonio es la evangelización más fuerte que hay y muchas veces nosotros somos aquellos que andamos buscando pleitos sin sentido simplemente para imponer nuestro criterio y demostrar que sabemos más que las otras personas, pero en su mayoría con tanto que hablamos, con tanto que nosotros queremos hacer que al final de cuentas solamente estamos pervirtiendo incluso la misma fe. Ya que estamos imponiendo muchas veces criterios personales, en lugar de emitir criterios venidos desde la Iglesia, debido a que la Iglesia bajo la efusión del Espíritu Santo siempre va a tener la razón.
Lo podemos ver incluso en los comentarios que nos dejan en los diferentes temas donde muchas veces hermanos católicos, quieren imponer sus ideas porque no están de acuerdo cuando se le muestra a la luz del magisterio cuales son los errores que están cometiendo.
De esa manera en lugar de estar haciendo una evangelización, están alejando a aquellos posibles hermanos que podían abrazar la fe católica. Es momento de dar explicaciones, pero hacerlo desde la caridad misma, no desde el egoísmo, no de la vanidad, no de la imposición de criterios, sino haciéndola de una manera correcta.
Por tanto, mis queridos hermanos, si en verdad queremos vivir la fe católica tenemos que hacerlo a primeramente a la luz del magisterio de la Iglesia, pidiendo la iluminación del Espíritu Santo que siempre se revela a través de estos documentos preciosos que nos puede dar.
Segundo ser obedientes, como nos cuesta la obediencia, como nos cuesta a nosotros hacer caso, como nos gusta imponernos, cuando en verdad tenemos que ser humildes y sencillos y buscar la efusión, la guida del Espíritu Santo a nivel de la obediencia, de esa manera nosotros estaremos mostrando si realmente estamos viviendo nuestra fe o estamos haciendo cosas fuera de lo que la Iglesia quiere, de lo que Dios quiere para nuestras vidas.
Estamos invitados a evangelizar, esa fue el mandato de nuestro Señor Jesucristo, pero hay que hacerlo con amor, con caridad, hacerlo de una manera que nosotros podamos dar el evangelio de una manera sencilla para que los demás puedan comprender el amor y la misericordia de Dios para cada uno de nosotros.
Mis hermanos es momento de dejar de ser fanáticos y volvernos verdaderos creyentes del evangelio, ser verdaderos discípulos del Señor y de esa manera llevar el evangelio a todos los rincones de la tierra.