La Catedral de San Pedro, ¿Porque el Vaticano dentro de Roma?
Muchos se pregunta cómo es que la sede de la Iglesia Católica se encuentre en la ciudad del Vaticano, aquellos que toman la interpretación errónea de las escrituras se lo atribuyen a que es la manifestación de aquellos que es detestable y aborrecible, ya que mal interpretan la escritura en el pasaje *“Y gritó con fuerte voz: -¡Cayó, cayó la gran Babilonia y se convirtió en morada de demonios, en guarida de todo espíritu impuro y en refugio de toda bestia inmunda y odiosa,” Apocalipsis 18,2*, según la tradición, los primeros cristianos por miedo a ser perseguidos y por lo tanto martirizados se comunicaban por medio de símbolos, y Babilonia le llamaban al imperio Romano, mas no a la ciudad donde este se establecía, lo irónico de esto es que, los que interpretan de esta manera, se basan en la sola escritura, pero por conveniencia, si utilizan la tradición para desacreditar a la Iglesia Católica.
Ahora veamos el siguiente pasaje *“Os saluda la Iglesia de Babilonia -elegida como vosotros- y, en particular, Marcos, mi hijo.” 1 Pedro 5,13*, si seguimos con el mismo criterio de interpretación, se podría decir que la Iglesia de lo detestable y aborrecible los saluda, pero la verdad es que la comunidad cristiana establecida en Roma es la que efectúa este saludo. En donde el Apóstol Pedro es quien escribe esta carta para todos los cristianos de ese tiempo, hasta el nuestro.
De acuerdo a la Biblia, se sabe que nuestro Señor Jesús, nombra a Pedro como la cabeza visible de la Iglesia, al decir: *“Y yo te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella.” San Mateo 16,18.* Por tanto, se reconoce la autoridad y el primado de Pedro dentro de la Iglesia, y las escrituras prueban en muchos pasajes este primado, en esta ocasión no es el tema a tratar, pero es necesario para explicar porque la sede de la Iglesia Católica se encuentra en la ciudad del Vaticano. Se sabe por la tradición de la Iglesia y las Escrituras que Pedro primero fue Obispo de Jerusalén, y esto lo podemos ver los Hechos de los Apóstoles capítulo 15, en donde preside el primer concilio. Luego se traslada a Antioquia donde es también Obispo de esta ciudad tan importante para el cristianismo, y por último se traslada a Roma donde funge también en este cargo. En Roma le espera el martirio a San Pedro, el cual se sabe que fue crucificado cabeza abajo, ya que no se sentía digno de ser crucificado como su Señor.
Para esto se cuenta con documentos históricos que prueban el martirio de San Pedro y al mismo tiempo de San Pablo, los cuales son:
San Clemente Romano, quien es el tercer sucesor de San Pedro en la sede de Roma, en la carta que dirige a la comunidad de Corintio escribe en el Numeral V y VI:
*V. Pero, dejando los ejemplos de los días de antaño, vengamos a los campeones que han vivido más cerca de nuestro tiempo. Pongámonos delante los nobles ejemplos que pertenecen a nuestra generación. Por causa de celos y envidia fueron perseguidos y acosados hasta la muerte las mayores y más íntegras columnas de la Iglesia. Miremos a los buenos apóstoles. Estaba Pedro, que, por causa de unos celos injustos, tuvo que sufrir, no uno o dos, sino muchos trabajos y fatigas, y habiendo dado su testimonio, se fue a su lugar de gloria designado. Por razón de celos y contiendas Pablo, con su ejemplo, señaló el premio de la resistencia paciente. Después de haber estado siete veces en grillos, de haber sido desterrado, apedreado, predicado en el Oriente y el Occidente, ganó el noble renombre que fue el premio de su fe, habiendo enseñado justicia a todo el mundo y alcanzado los extremos más distantes del Occidente; y cuando hubo dado su testimonio delante de los gobernantes, partió del mundo y fue al lugar santo, habiendo dado un ejemplo notorio de resistencia paciente.*
*VI. A estos hombres de vidas santas se unió una vasta multitud de los elegidos, que, en muchas indignidades y torturas, víctimas de la envidia, dieron un valeroso ejemplo entre nosotros. Por razón de los celos hubo mujeres que fueron perseguidas, después de haber sufrido insultos crueles e inicuos, -como Danaidas y Dirces-, alcanzando seguras la meta en la carrera de la fe, y recibiendo una recompensa noble, por más que eran débiles en el cuerpo. Los celos han separado a algunas esposas de sus maridos y alterado el dicho de nuestro padre Adán: Ésta es ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne. Los celos y las contiendas han derribado grandes ciudades y han desarraigado grandes naciones.*
En lo cual hace referencia al martirio de San Pedro y San Pablo en Roma, por lo cual sus restos se encuentran esa ciudad.
Otro de los testigos es San Ignacio de Antioquia, quien es el sucesor de San Pedro en el obispado de Antioquia, el cual en la carta dirigida a los romanos en el numeral IV, nos deja el siguiente escrito:
*IV. Escribo a todas las iglesias y anuncio a todos que voluntariamente muero por Dios si vosotros no lo impedís. Os ruego que no tengáis para mí una benevolencia inoportuna. Dejadme ser pasto de las fieras por medio de las cuales podré alcanzar a Dios. Soy trigo de Dios y soy molido por los dientes de las fieras para mostrarme como pan puro de Cristo. Halagad más bien a las fieras para que sean mi sepulcro y no dejen rastro de mi cuerpo a fin de que, una vez muerto, no sea molesto a nadie. Cuando el mundo no vea mi cuerpo, entonces seré en verdad discípulo. Pedid a Cristo por mí para que, por medio de estos instrumentos, logre ser un sacrificio para Dios. No doy órdenes como Pedro y Pablo. Aquéllos eran apóstoles; yo soy un condenado; aquellos libres; yo, hasta ahora, un esclavo. Pero si sufro (el martirio), seré un liberto de Jesucristo y en Él resucitaré libre. Ahora, encadenado, aprendo a no desear nada.*
En este escrito San Ignacio de Antioquia, deja claro que quiere compartir el destino del martirio tal cual lo sufrieron los apóstoles Pedro y Pablo.
Como podemos observar en todo esto la Iglesia conserva la tradición, al respetar el primado de Pedro y lo hace de tal manera que respeta los restos que se encuentra en la Basílica de San Pedro en la ciudad del Vaticano, es por eso que esta se convirtió en la sede de toda la iglesia católica la cual mantiene la sucesión apostólica.