La Santería y su Relación con el Catolicismo
La santería es una religión cuya influencia se remonta a África occidental y cubana. Originada en el pueblo de Yoruba, se arraigó en Cuba, Haití, Panamá y otros lugares cuando se llevó a cabo el tráfico de esclavos. Los africanos trajeron consigo sus creencias animistas, las cuales se mezclaron con elementos del catolicismo y la religión yoruba.
La santería se apropia de características y devociones del catolicismo y las complementa con la religión Yoruba, motivadas por dos razones. La primera es para camuflarse y la segunda para engañar a los devotos con falta de formación en la fe. Según la leyenda, los amos españoles no permitieron a los esclavos africanos practicar su religión y les enseñaron sobre la iglesia católica. Sin embargo, los africanos consiguieron similitudes entre los santos católicos y los de Yoruba, creyendo que eran manifestaciones diferentes de sus propios dioses. De este modo, lograron creer en una religión mixta, mezclando elementos europeos y africanos.
La santería también se conoce como Reglade Osha-Ifá. Los santeros creen en un Dios único, llamado Olodumare, el cual es responsable de la creación del universo. Creen que este Dios es la energía que se denomina ashé, considerada como una bendición, gracia o virtud. Después de Olodumare están los Orishas, dioses de Yoruba que los católicos conocen como santos. Estos Orishas se atribuyen la conducción de las fuerzas naturales y la vida humana, siendo guías para las personas para vivir de manera armoniosa en el mundo y sentirse bien espiritualmente.
Los santeros comunican con los Orishas a través de rezos, ritos y adivinación. En la santería, se realizan ofrendas a los santos, las cuales incluyen sacrificios, principalmente de animales, y posesiones por trance.
Los Orishas en la Santería
Los Orishas son protectores de la raza humana y creen que uno de ellos los escoge para ser un ángel guardián. Por eso, cada santero tiene un santo. Algunos Orishas conocidos son:
- Yemayá: Orisha mayor, madre de la vida y algunos dioses, dueña del mar y de la luna, ella es la Virgen de Regla.
- Eleguá: El Santo niño de Atocha.
- Obatalá: La Virgen de Las Mercedes.
- Changó: Santa Bárbara.
La Confrontación de Pablo con la Santería
En Hechos 14:11-15, la gente, al ver lo que Pablo había hecho, empezó a gritar en licaonio: «Los dioses han bajado hasta nosotros en figura de hombres». A Bernabé le llamaban Zeus y a Pablo, Hermes, porque era quien dirigía la palabra.
El sacerdote del templo de Zeus que hay a la entrada de la ciudad, trajo toros y guirnaldas delante de las puertas y a una con la gente se disponía a sacrificar. Al oírlo los apóstoles Bernabé y Pablo, rasgaron sus vestidos y se lanzaron en medio de la gente gritando: «Amigos, ¿por qué hacéis esto? Nosotros somos también hombres, de igual condición que vosotros, que os predicamos que abandonéis estas cosas vanas y os volváis al Dios vivo que hizo el cielo, la tierra, el mar y cuanto en ellos hay.»
El Riesgo de la Santería
Corre un gran riesgo al practicar esta religión, creyendo que se adora al mismo Dios y sus Santos, ya que estamos expuestos a males y potestades dañinas. Como Católicos, no debemos creer ni practicar la santería por el riesgo a posesiones demoniacas a la que nos expone esta creencia.
La Condena de la Santería en la Biblia
La Biblia condena la santería y su relación con la magia y la hechicería. En Levítico 20:1-27, se menciona que quien tenga espíritu de nigromante o adivino, morirá sin remedio. En Gálatas 5:17-21, se describe las obras de la carne como hechicería, idolatría y libertinaje. En Apocalipsis 21:8, se menciona que los cobardes, incrédulos, abominables, asesinos, impuros, hechiceros, idólatras y embusteros tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre.
En Hechos 8:9-20-23, se cuenta el testimonio de Simón, un hombre que practicaba la magia y había engañado a la gente de Samaria. Pedro le exhortó a arrepentirse, a ver si se le perdona ese pensamiento de su corazón.