Jesús vendrá a juzgar a vivos y muertos
A este evento dentro de la Teología Católica se lo conoce como «el juicio final» o «el juicio universal», el cual se dará luego de la Parusía del Señor y de la resurrección de los muertos.
San Mateo capítulo 25, del versículo 31 al 43, dice:
«Cuando el Hijo del hombre venga en su gloria acompañado de todos sus ángeles, entonces se sentará en su trono de gloria.
Serán congregadas delante de él todas las naciones, y él separará a los unos de los otros, como el pastor separa las ovejas de los cabritos.
Pondrá a las ovejas a su derecha, y a los cabritos a su izquierda.
Entonces dirá el Rey a los de su derecha: «Vengan, benditos de mi Padre, reciban la herencia del Reino preparado para ustedes desde la creación del mundo.
Porque tuve hambre, y me dieron de comer; tuve sed, y me dieron de beber; era forastero, y me recibieron;
estaba desnudo, y me vistieron; enfermo, y me visitaron; en la cárcel, y vinieron a verme.» Entonces los justos le responderán: «Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te dimos de comer; o sediento, y te dimos de beber?.¿Cuándo te vimos forastero, y te recibimos; o desnudo, y te vestimos?
¿Cuándo te vimos enfermo o en la cárcel, y fuimos a verte?»
Y el Rey les dirá: «En verdad les digo que todo lo que hicieron a uno de estos hermanos míos más pequeños, a mí me lo hicieron.»
Entonces dirá también a los de su izquierda: «Apártense de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el Diablo y sus ángeles.
Porque tuve hambre, y no me dieron de comer; tuve sed, y no me dieron de beber;
era forastero, y no me recibieron; estaba desnudo, y no me vistieron; enfermo y en la cárcel, y no me visitaron.»
Este texto es fundamental para entender lo que sucederá en este acontecimiento escatológico; ya que nos enseña tres cosas esenciales.
1) Cristo es el Juez escatológico.
En su primer venida Jesús no vino como un juez sino como el Salvador por eso dice: «No he venido para juzgar al mundo, sino para salvar al mundo». ( San Juan 12, 47).
Pero en esta segunda venida cambiará de rol; ya no será el Salvador, ni redentor de los hombres, sino que se convertirá en nuestro juez; el cual traerá la justicia plena.
2) Este juicio será público y universal.
Todos los hombres y mujeres, de toda época y nación vamos a ser juzgados.
San Pablo dijo:
«Porque es necesario que TODOS NOSOTROS seamos puestos al descubierto ante el tribunal de Cristo, para que cada cual reciba conforme a lo que hizo durante su vida mortal, el bien o el mal.» (2° a los Corintios 5,10).
TODOS hemos de comparecer ante el tribunal de Dios. (Romanos 14, 10).
3) El criterio decisivo.
El gran criterio decisivo que tendrá Cristo será la Caridad y devoción de cada uno.
«En verdad les digo que todo lo que hicieron a uno de estos hermanos míos más pequeños, a mí me lo hicieron.»